Amenaza de Maduro con “baño de sangre” certifica su derrota

 

 

Carlos Sánchez Berzaín entrevistado por Silvio Sacomai y Javier Manzano en Radio Cadena Continental Neuquén: La amenaza de Maduro de que si no gana las elecciones «habrá un baño de sangre» demuestra su debilidad frente al movimiento liderado por María Corina Machado y González Urrutia logrando una movilización y empoderamiento del pueblo venezolano.

La vulnerabilidad, desprotección y debilidad a que la dictadura llevó y con que sometió al pueblo de Venezuela han cambiado por fortaleza, convicción y resistencia. La persistente lucha por la libertad liderada por María Corina Machado con la candidatura de Edmundo Gonzales Urrutia, han convertido el proceso para las elecciones de este 28 de julio en la liberación misma del pueblo venezolano terminando su condición de indefensión.

Venezuela es en este siglo el principal territorio de la expansión de la dictadura de Cuba.

Con un sistema delictivo institucionalizado como legal y con fuerza e impunidad por el control del Estado, el dictador Nicolás Maduro convocó a elecciones para asegurar un nuevo “triunfo manipulado”, para lo que incumplió los acuerdos de Barbados, mandó inhabilitar a la “candidata única de oposición María Corina Machado” que había ganado esa condición con el 92,56%, repitió la inhabilitación con Corina Yoris y escogió los candidatos opositores.

La campaña electoral del dictador Maduro consiste en manipulaciones, delitos y terrorismo de Estado ejecutado a diario como lo prueban los hechos de poner 13 veces su foto y candidatura en la papeleta electoral, tomar presos políticos a más de una centena de dirigentes de la campaña de oposición y mantener a 6 perseguidos en la Embajada de Argentina en Caracas, hacer apresar a personas que apoyan la campaña de Edmundo Gonzales Urrutia liderada por María Corina Machado, sancionar y clausurar restaurantes y hoteles que dan servicios a estos opositores, producir amenazas, cortes de rutas y atentados para impedir las reuniones de campaña opositora, negar que las elecciones sean observadas por la Unión Europea, impedir el ingreso de instituciones y veedores internacionales y “usar el miedo como principal mensaje de campaña”.

El proceso electoral de Venezuela ha pasado de ser “la fase preparativa de las elecciones” del 28 de Julio y se ha convertido la derrota estratégica definitiva de Maduro y de las dictaduras del socialismo del siglo 21.