CARTA AL MNR

Pinecrest, Estados Unidos, 7 de Junio de 2008

 

 

 

 

Compañeros

Jefa Nacional

Comité Ejecutivo Nacional y Militancia del

MOVIMIENTO NACIONALISTA REVOLUCIONARIO

República de BOLIVIA.-

 

 

Compañeros:

 

Han pasado más de cuatro años y medio desde que el 17 de Octubre de 2003 un proyecto sedicioso que hoy gobierna el país, logró el derrocamiento del gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario presidido por el c. Gonzalo Sánchez de Lozada.

 

Los hechos de Septiembre y Octubre de 2003 son sin duda un capítulo pendiente en la historia política del Bolivia, del MNR y  del proceso de liberación del pueblo boliviano que inició nuestro partido el 9 de Abril de 1952.   Por eso mismo no podemos aceptar la infamante historia oficialista que los conspiradores y traidores, con Evo Morales como principal responsable, tratan de imponer al país y a la comunidad internacional, aprovechando el derrocamiento, el exilio y amedrentamiento de nuestros dirigentes, la desorganización de nuestra estructura y  la lógica desmoralización de nuestra militancia.

 

Como el 4 de Noviembre de 1964 cuando fue derrocado el c. Víctor Paz Estensoro,  el 17 de Octubre de 2003 marca una fecha de culminación de un proceso de sedición, conspiración y traición, que solo años mas tarde a la luz de los propios actos de los conspiradores y traidores se pueden esclarecer; que solo terminan perjudicando el desarrollo patrio y las conquistas de los sectores populares, que por un tiempo viven engañados y le vuelven la espalda al único proceso revolucionario y de construcción nacional que encarna el MNR.  La Patria, el Partido y cada uno de los ciudadanos bolivianos hemos tenido que pasar y atravesamos ahora momentos críticos en el orden nacional, institucional, familiar y personal.  Como consecuencia de la ruptura democrática de Octubre de 2003, Bolivia ha caído en manos de un movimiento dirigido por un caudillo cocalero violento que ha convertido a nuestro país en un Estado intervenido, con una democracia acotada y reducida cada día mas.  El derrocamiento de nuestro gobierno fue preparado, propiciado y ejecutado por intereses externos, desde Venezuela, Cuba y otros centros extranjeros, con el concurso de elementos nacionales que aprovecharon la situación de debilidad -que por razones que deben ser objeto de un análisis auto critico oportuno- sufría nuestro gobierno.

 

Los subvertores del orden democrático  empezaron por desprestigiar y destrozar el sistema de partidos políticos, con el propósito de instalar en el país un régimen totalitario en base a concepciones ideológicas que están históricamente derrotadas y que han llevado ya a otros países por el camino de la pobreza y la desesperanza; que han llevado a Bolivia a la situación de crisis de Estado, crisis de Nación, crisis de la Sociedad Civil y crisis de unidad nacional en las que se debate.  Pero no hemos tocado fondo, ya que las acciones económicas del actual gobierno terminarán por llevar a los bolivianos a una crisis económica de imprevisibles consecuencias: basta ver que el pan cuando nos derrocaron costaba 20 centavos de boliviano y hoy vale mas del triple de precio, sino se quieren ver indicadores como la confrontación entre los ciudadanos bolivianos,  la inversión externa, la deuda interna publica o la confianza de la comunidad internacional en el país.

 

Los derrocadores de Octubre de 2003, hoy en gobierno,  sus co-autores, cómplices y sus aliados internos y externos, y los traidores, tienen la necesidad histórica de mostrarnos como responsables de los hechos que ellos mismos propiciaron deliberadamente y de los delitos que cometieron. Si no logran este propósito, sus crímenes quedaran en evidencia y deberán responder por ellos.  Por eso han desatado desde el día siguiente mismo de la ruptura democrática, un proceso de persecución política contra el c. Sánchez de Lozada y contra quienes fuimos miembros del gabinete como Ministros de Estado.  Para eso comenzaron por hacerse beneficiarios de un “decreto de amnistía” que impide desde el origen una investigación veraz de los hechos, pues no se puede dejar al margen a los perpetradores e iniciadores de la violencia y buscar juzgar solo a quienes desde el gobierno teníamos la obligación constitucional de defender la democracia, el orden publico y la ciudadanía. Una amnistía es un perdón de delitos y no se perdona a inocentes, de manera que tal decreto de amnistía es –entre otros- un acto de confesión. Los responsables son ahora acusadores, autoridades, fiscales, juzgadores, investigadores y promotores del denominado juicio de responsabilidades con el que quienes estamos en el exilio no hemos sido siguiera legalmente notificados.

 

En lugar de promover un debido proceso legal, se viola el Art. 14 de la CPE y se nos pretende “juzgar por jueces deliberadamente designados –por nuestros acusadores- con posterioridad a los hechos”, solo para formalizar una condena que ya se encuentra establecida.  Se desconoce la “presunción de inocencia” que además de estar consagrada por el Art. 16 de la CPE es un derecho universal fundamental.  Se desconoce la obligatoria “igualdad jurídica de la partes” y se pretende un linchamiento judicial, sino físico, con los denominados “movimientos sociales” que son solamente los grupos paramilitares del actual régimen, que además de participar en los hechos delictivos de septiembre y octubre de 2003, han llenado de violencia y de sangre al país durante todo el tiempo de nuestro forzada ausencia del territorio patrio.

 

En estas circunstancias, el día en que recordamos la fundación del MNR, me dirijo a Uds. confiado en que el espíritu revolucionario de nuestros fundadores que conocieron la adversidad y el exilio -pues fueron víctimas de la infamia, la ingratitud, la traición y la persecución políticas- nos guíe en el camino de la defensa de Bolivia y de la Nación boliviana.   Es mi sincero deseo que las conquistas de la Revolución Nacional –el Voto Universal y la Reforma Agraria, la Nueva Política Económica y la derrota de la hiperinflación, la Participación Popular, el Bonosol, el Seguro Universal Materno Infantil y tantas otras medidas revolucionarias de las que el MNR es autor- nos inspiren y den fortaleza para luchar democráticamente en este duro tiempo de vicisitudes y  para brindar al pueblo de Bolivia una opción de futuro con libertad, empleo y democracia.  En Octubre de 2003 fuimos traicionados y derrocados, pero no vencidos.

 

Desde el exilio,

 

c. Carlos Sánchez Berzain