La situación de Bolivia como narcoestado, los procesos internacionales por narcotráfico y las investigaciones en curso, son sólo la consecuencia de la dictadura del socialismo del siglo XXI establecida en el país como operador de Cuba y Venezuela.
Cuando Evo como jefe de las federaciones de cultivadores de coca ilegal y productores de cocaína y sus cómplices derrocaron el gobierno democrático en octubre de 2003 comenzó la instalación de la dictadura y el narcoestado. Ahora tratan de falsificar narrativas como la del golpe de estado en lugar del fraude electoral y renuncia del 2019 o la del golpe de estado de 2003 para tratar de encubrir sus crímenes como siempre.
Debemos recuperar la Democracia y avanzar con nuevos liderazgos jóvenes a la República Federal y parlamentaria.
Carlos Sánchez Berzaín entrevistado en el programa «Influyentes», El Deber Radio.