El siglo XXI está marcado por la expansión de la dictadura de Cuba en la región, que controla a Venezuela, Nicaragua, el Ecuador de Correa y Bolivia.
En Bolivia no hay ninguno de los elementos esenciales de la democracia, hay mas de 54 presos políticos y más de 1700 exiliados políticos, no hay separación ni independencia de poderes, principalmente la justicia que la han convertido en instrumento de persecución política, donde los jueces son verdugos. Hacen leyes infames que el pueblo llama «leyes malditas».
Lo que acaba de pasar con la renuncia de la vocal del Tribunal Electoral, es que se ha presentado la prueba definitiva del fraude electoral en Bolivia. En el 2005 había un poco más de tres millones de votantes. Para la elección del 2019 y 2020 hay un incremento de más del 90% de los votantes durante el régimen de Evo Morales cuando la población ha crecido el 23%, eso quiere decir que han inflado el padrón electoral. El pueblo boliviano tiene que pedir la auditoría de las elecciones del 2020, porque ha sido un fraude clarísimo, con la complicidad de la oposición funcional. El gobernante actual es un gobernante ilegítimo e ilegal.
En este momento el pueblo boliviano está reaccionando contra leyes malditas, una ley infame que pone en manos de la dictadura la posibilidad de intervenir el dinero, los recursos, el patrimonio y toda la vida de la gente. Carlos Sánchez Berzaín entrevistado por Nivar Hevía y Vaca en Radio y Televisión Tropical.