En Nicaragua no existe respeto a los derechos humanos, no hay Estado de Derecho, no hay separación e independencia de poderes, hay más de cien mil exiliados. No existe ninguno de los elementos esenciales de la democracia. En esas condiciones no pueden haber elecciones libres y limpias pues todo está arreglado para que el dictador permanezca.
La popularidad del régimen nicaragüense no llegará ni al 10% pero hacen todo lo posible para falsificar una victoria. OEA ha reconocido que Nicaragua es una dictadura y un país satélite del castrochavismo, es el momento de la oposición de estar a la altura del pueblo.
Carlos Sánchez Berzaín entrevistado en Canal 10 Nicaragua, en el programa «Acción 10 en la mañana».