Sánchez Berzaín tiene asilo político en EEUU

EL DEBER/Agencias

Lo dijo Carlos Sánchez Berzaín desde Miami: “Tengo asilo político en Estados Unidos porque soy un perseguido político. He demostrado todo, por eso tengo este estatus”. El ex ministro de Defensa de Gonzalo Sánchez de Lozada, acusado de genocidio por los hechos de septiembre y octubre de 2003, que provocaron 68 muertes y más de 400 heridos, habló con EL DEBER y aseguró que el presidente, Evo Morales, “sigue siendo el mismo dirigente cocalero violento que mató gente desde el Gobierno de Paz Zamora y sigue matando hasta hoy día, buscando a quién echarle la culpa”. El Gobierno, por su parte, espera la confirmación oficial de Estados Unidos y ya habla de tensión. La embajada norteamericana guarda silencio.
El ex hombre fuerte del Movimiento Nacionalista Revolucionario explicó que consiguió el estado de ‘refugiado político’ en un trámite largo y público después de casi cuatro años de permanencia en Estado Unidos.
Consultado sobre el juicio de responsabilidades que se le sigue junto al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, Sánchez Berzaín aseguró que quiere venir al país a defenderse y a esclarecer los hechos, que es el mayor interesado en ello, pero que no puede hacerlo porque no hay seguridad jurídica. En su opinión, no puede ser juzgado por jueces y fiscales controlados por Morales, a quien considera como uno de los autores de las muertes de septiembre y octubre. “De perpretador pasó a acusador”, dijo.
Además considera que su derecho constitucional a la legítima defensa está siendo vulnerado, ya que ha sido declarado rebelde y contumaz a la justicia boliviana sin siquiera haber sido notificado por el cargo de genocidio. Calificó a todo el juicio de responsabilidades como una ‘pantomima’, ya que se le ha puesto un defensor de oficio para procesarlo.
En una entrevista con radio Fides, Sánchez Berzaín señaló que la acusación por genocidio que pesa en su contra no corresponde a los hechos y que se escogió el término para desprestigiarlo internacionalmente. Aseguró que todo lo sucedido en septiembre y octubre de 2003 fue “deliberadamente planificado, propiciado, ejecutado e impulsado por Evo Morales, con el financiamiento del presidente venezolano, Hugo Chávez, y con la tecnología subversiva de los cubanos”.
Consultado sobre si todo lo que decía no eran palabras de derrotado tras la victoria ‘por goleada’ de Morales en las urnas, el ex ministro aseguró: “No es un problema de broncas. Evo Morales ganó la presidencia el 17 de octubre de 2003 y no fue por goleada, fue por baleada, porque montó todo eso para lograr forzosamente la renuncia de Goni”.
Añadió que todos los que lo ayudaron (mencionó a Álvaro García Linera, a ONG y a Sacha Llorenti) son ahora funcionarios del Gobierno.
“Quiero volver a Bolivia, pero no lo voy a hacer con los fiscales que Evo Morales maneja, no lo voy a hacer con los conspiradores y sediciosos que hoy día están encaramados en todas las funciones clave del aparato del Estado”, sentenció.
También aprovechó la oportunidad para demostrar que sigue siendo un hábil político de oposición y aseguró que Bolivia es un país ocupado, ya que hay carnetizadores venezolanos, médicos y educadores cubanos, presencia militar de Venezuela y cheques de Hugo Chávez que el Presidente entrega en todo lado sin ninguna vergüenza. Aseveró que todo esto derivará en una hiperinflación y recordó que en 2003 el pan costaba 20 centavos y ahora vale el triple.
Concluyó que Evo Morales está preparando un fraude con la carnetización que realiza y con la figura de José Luis Exeni en la Corte Nacional Electoral.

Gobierno habla de tensión diplomática
El Gobierno de Evo Morales advirtió que de confirmarse el asilo político del gobierno de Estados Unidos al ex ministro de Defensa Carlos Sánchez Berzaín, acusado de genocidio, complicarán las relaciones entre La Paz y Washington. El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, dijo que Estados Unidos le estaría haciendo un favor al cerco de encubrimiento e impunidad que quiere dejar sin sanciones a los responsables de la masacre de octubre negro.
«Se ha dicho que Carlos Sánchez Berzaín gozaría de asilo político en Estados Unidos, todavía no se ha confirmado esa información, pero de ser cierta, creemos que tensionaría las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos», dijo Llorenti.
El viceministro añadió que en el momento en que se confirme la información, el Gobierno hará conocer su postura. Tarea que fue delegada a la Cancillería. Por otra parte, afirmó que el Gobierno, en cumplimiento a la determinación de la Corte Suprema de Justicia, insistirá para que Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín sean extraditados al país.
La embajada de Estados Unidos evitó pronunciarse al respecto y anunció un comunicado para hoy.