(elnuevoherald.com) El ex presidente Evo Morales, hoy en el exilio tras renunciar en noviembre bajo acusaciones de fraude electoral, podría ver a su partido político retomar próximamente la presidencia de la república y con ello volver a convertirse en la figura central de la política boliviana, dijeron analistas.
Las elecciones presidenciales de Bolivia previstas para el 18 de octubre, podría conducir a una victoria del partido de Morales, Movimiento al Socialismo (MAS), en momentos en que aumenta la decepción en torno a la gestión de la presidenta interina, Jeanine Añez, y en que el país es duramente golpeado por el coronavirus.
“La pandemia está más fuera de control en Bolivia de lo que la gente piensa y cuando un país atraviesa por momentos de desesperación, el centro colapsa en favor de los extremos”, explicó Evan Ellis, profesor de Investigación de Estudios Latinoamericanos del Instituto de Estudios Estratégicos del U.S. Army War College.
“En la medida en que la situación continúe deteriorándose, eso podría conducir a una situación en la que Luis Arce (el candidato del MAS), se convierte en la figura que aglutine el descontento y las personas desencantadas con el gobierno”, agregó.
Bolivia, con 11 millones de habitantes, registra actualmente 75,000 casos confirmados de COVID-19, enfermedad que ya ha dejado 2,894 muertos. La pandemia también está propinando un duro golpe a los sectores populares que dependen de la economía informal para sobrevivir.
Una victoria de Arce conduciría a la suspensión de los cargos judiciales por sedición impuestos contra Morales que mantienen al dirigente exiliado en Argentina, opinaron los analistas.
Una vez en Bolivia, Morales podría convertirse en el verdadero poder detrás del trono, jugando un papel similar al que Cristina Fernández de Kirchner ocupa desde la vicepresidencia de Argentina, agregaron.
No hay garantías de que el MAS saldrá victorioso en los comicios de octubre, siendo éstos realizados en medio de un ambiente fluido de alta volatilidad.
Pero Arce actualmente encabeza las encuestas con una preferencia de 41.9 por ciento, frente al 26.8 por ciento del ex presidente Carlos Mesa, quien representa el centro de la política, y el 13.3 por ciento de la presidenta interina Añez.
El impacto del coronavirus y la división entre las fuerzas políticas opuestas al MAS indiscutiblemente favorecen a Arce.
Pero para algunos es el control que ejerce el partido de Morales sobre el estado boliviano, y en particular sobre las autoridades electorales, el factor que terminará inclinando la balanza a favor del candidato socialista.
“Las elecciones bajo esas condiciones no van a ser ni libres ni justas, como exige el elemento esencial de la democracia”, advierte el ex ministro boliviano de la presidencia Carlos Sánchez Berzaín, quien acusa a Morales de haber instaurado en Bolivia una dictadura de corte socialista similar a la de Nicolás Maduro en Venezuela y en su último año de cometer fraude electoral.
El peligro de que regrese Morales existe actualmente porque aun cuando la sociedad boliviana logró sacar a Morales de la presidencia, Añez fracasó en tomar los pasos necesarios para garantizar que se produjera una verdadera transición democrática en el país.
“En Bolivia ha salido el dictador pero no la dictadura. Hoy, la constitución sigue siendo la de la dictadura, las leyes son las de la dictadura, las autoridades son las de las dictadura, la Asamblea es de la dictadura y los jueces son del poder dictatorial”, dijo Sánchez Berzaín. Y lo que podría tener un gran impacto en los comicios presidenciales, “el padrón electoral es el mismo con el que se hizo fraude en octubre del año pasado”.
Las elecciones están siendo preparadas en momentos en que los hospitales del país se encuentran saturados con pacientes de coronavirus. Entre las personas que han contraído la enfermedad se encuentran Añez y ochos ministros de su gabinete. El ex ministro de Morales, Eugenio Rojas, falleció esta semana por complicaciones derivadas del virus.
Según los expertos, la pandemia no tocara el pico antes de finales de agosto o inicios de septiembre, por lo cual el gobierno de Añez decidió postergar la fecha de las elecciones, que previamente habían sido fijadas para el 6 de septiembre.
Las pantallas de televisión pasan a diario imágenes de cuerpos siendo recogidos por las autoridades en las calles, hogares e incluso automóviles.
Entre el 15 y el 20 de julio, las autoridades recogieron más de 400 cuerpos a lo largo de Bolivia, el 85 por ciento de los cuales se trataban de pacientes de coronavirus, anuncio el Director de la Policía Nacional Iván Rojas.
Este artículo fue complementado con los servicios cablegráficos de el Nuevo Herald.