LA IMPUNIDAD DE LOS ESTADOS NO DEMOCRATICOS

Diario de Las Americas| 17 de Septiembre del 2010

Carlos Sánchez Berzain*

 

La Carta Democrática Interamericana, cuya vigencia se ignora por interés político tanto por Estados miembros como por funcionarios de la Organización de Estados Americanos, nos ha proporcionado una nueva clasificación de los estados de América Latina en “estados democráticos” y “estados no democráticos”, siendo estos últimos la dictadura cubana y los estados autoritarios del socialismo del siglo XXI en Venezuela, Bolivia, Ecuador, y Nicaragua.

Los estados no democráticos son los que tienen como característica el incumplimiento de los elementos esenciales de la democracia establecidos en el artículo 3ro de la Carta: los derechos humanos y las libertades fundamentales. En esos países no se respeta el derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad e integridad de la persona; no existe el derecho de igualdad ante la ley, ni el derecho a la libertad de opinión, expresión y difusión, o el derecho a la inviolabilidad del domicilio.

Son Estados donde sus presidentes ejercen el poder por encima del estado de derecho al que han destrozado y suplantado; que han creado sus propias constituciones como instrumentos de perpetuación indefinida en el poder, y estableciendo un orden jurídico antidemocrático, centralista y represivo.

Estados donde las elecciones que se llevan a cabo no son justas y en lugar de estar basadas en el sufragio universal y secreto, están fundadas en la manipulación, la coacción y en el denominado voto comunitario, que disfraza de triunfo electoral la imposición del gobierno a comunidades enteras; Estados donde el presidente-candidato ha puesto bajo sus órdenes a todas las autoridades electorales que ya no son imparciales y donde se han hecho rutinarios los traslados de votantes y el manejo de los registros públicos de identificación para aumentar sufragantes en zonas donde el gobierno tiene menos respaldo popular.

Son los Estados donde el régimen plural de partidos políticos ha desaparecido por acusaciones fraguadas; por el enjuiciamiento, persecución, exilio o apresamiento de los líderes de oposición. Estados en los cuales, el presidente controla todos los poderes y ejerce todo el poder, mediante el dictado de  acusaciones, confiscaciones y condenas realizadas en discursos televisivos, y donde ya no existe la separación e independencia de los poderes públicos.

Todos estos elementos faltantes en esos Estados son, precisamente,  los que enuncia el articulo 4to de la Carta: “son componentes fundamentales del ejercicio de la democracia la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa”.

Frente a esta clara pérdida del carácter democrático de esos Estados, cómo restituir la democracia perdida por violaciones deliberadas de sus propios presidentes electos (subordinados todos al eje La Habana-Caracas) Cómo acabar con la impunidad de los gobiernos en los Estados no democráticos?

La respuesta jurídica se encuentra en la propia Carta Democrática Interamericana que establece en su artículo 20 que para estos casos, “cualquier Estado Miembro o el Secretario General podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente”.

Sin embargo, parte de la respuesta es también política y consiste en la actitud reticente del Secretario General de la OEA, que no demuestra interés alguno en cumplir con el mandato de la Carta, para propiciar la restitución democrática en los países autoritarios.

La impunidad de que gozan los Estados que se han apartado de las normas de la Carta, es producto de esa inacción del Secretario General y la responsabilidad se extiende a los otros países, los que practican la democracia interna, pero que  tienen compromisos políticos con la dirección política del denominado “Socialismo del siglo XXI”, que consienten, con su silencio, la violación del Estado de Derecho por parte de los gobiernos autoritarios.

 

*Abogado constitucionalista, Master en Ciencia Política, ex Ministro de Estado y Parlamentario de Bolivia.