(Infobae.com) Quienes insisten en mantener la farsa de que el régimen de Evo Morales es una democracia imperfecta, tratando de separarlo de las indisimulables dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, tienen una prueba más del ejercicio dictatorial de su protegido con el público incremento de los presos políticos en Bolivia. Un ciudadano que gritó «Bolivia dijo NO» a Evo Morales en la ciudad de Potosí está detenido y procesado por el sistema dictatorial castrochavista. El más reciente preso político en Bolivia es el joven albañil boliviano Moisés Montero Chambi, de 26 años de edad, que enfrenta hasta 10 años de cárcel por gritar una verdad establecida por la mayoría de los bolivianos en referéndum constitucional.
Cada 10 de noviembre se recuerda el aniversario cívico del Departamento de Potosí en Bolivia, en homenaje al levantamiento libertario de 1810. La capital del Departamento de Potosí es la «Villa Imperial de Potosí» mundialmente reconocida por la riqueza del «Cerro Rico de Potosí» donde se ubica la mina de plata más grande del mundo desde el siglo XVI en adelante, fuente de cuantiosa riqueza para la Corona de España en la colonia e importante soporte para la economía de la Nación.
En el aniversario cívico de los departamentos en Bolivia se acostumbra la visita del presidente que anuncia «regalos» para el departamento que se festeja. En el régimen de Evo Morales esta práctica se ha institucionalizado por el centralismo y estatismo exacerbados que hacen que toda obra o gasto públicos pasen por la decisión, control e inauguración del dictador, que pone su nombre y exige retribución política por tales obras, en general sindicadas por mala calidad, sobreprecios y corrupción.
El pasado 9 de noviembre el jefe del estado llegó a la ciudad de Potosí donde un joven le gritó «Bolivia dijo no», razón por la que el gritón fue inmediatamente detenido bajo la versión inicial de que había proferido tan inaudita frase, echado un vaso de agua y una bolsa con coca a Evo Morales cuando se desarrollaba la Asamblea Departamental. Luego la versión oficial quitó lo del vaso de agua y la bolsa de coca porque el detenido nunca estuvo ni cerca del dictador.
Bolivia vive hoy una creciente crisis social y política generada por la persistencia de Evo Morales para mantenerse indefinidamente en el poder. Morales llegó a la Presidencia de la República de Bolivia en enero de 2006 con un mandato por 5 años y sin posibilidad de reelección continua y va a cumplir 13 años que detentar el poder. Con el modelo castrochavista previamente aplicado en Venezuela con Chávez, practicado en Ecuador con Correa y en ejecución en Nicaragua con Ortega, suplantó la Constitución Política del Estado para forzar una constituyente, produjo más de 20 masacres sangrientas para asesinar, apresar y exiliar a los defensores de la República y luego de suplantar el texto de su propia constituyente produjo el año 2009 el «Estado Plurinacional de Bolivia» que le permite el control total.
La Constitución de su estado plurinacional permite a Morales la reelección continua por una vez, la misma que utilizó de inmediato convocando a elecciones el mismo 2009 posesionándose como Jefe del Estado Plurinacional en enero de 2010 por 5 años. Pero el 2014 utilizó al Tribunal Constitucional de su dependencia para que con una sentencia autorice su segunda candidatura consecutiva con el argumento que «habiéndose fundado el estado plurinacional el año 2009, la elección en la extinta República de Bolivia no cuenta».
Con falsificaciones, masacres, prevaricatos y otros delitos, en enero de 2015 Morales volvió a jurar como jefe de estado por 5 años más y de inmediato convocó al pueblo boliviano para que en referéndum se establezca su reelección indefinida. El referéndum se llevó a cabo el 21 de febrero de 2016 (21F) y Bolivia dijo No, esto es que toda la forzada cadena de crímenes se acabó por mandato popular, que Evo Morales no puede ser más candidato para simular triunfos electorales con fraude y más delitos.
Pero como lo hizo Hugo Chávez y lo hace Nicolás Maduro en Venezuela y Ortega en Nicaragua, Evo Morales ya está en campaña electoral para simular su reelección el 2019 para lo que ha obtenido otra «sentencia infame» de su Tribunal Constitucional, que por encima del mandato popular y de su propia constitución, que ha declarado que Morales tiene «el derecho humano a la candidatura indefinida».
En Bolivia hay cerca de 80 presos políticos y más de 1.200 exiliados políticos, todos acusados y procesados por el sistema de justicia de la dictadura que aplica leyes retroactivamente, no reconoce derecho a la defensa, está integrado por fiscales y jueces que son simples operadores del régimen sin imparcialidad ni idoneidad, en una copia del sistema castrista que ha hecho de la justicia el aparato de represión y asesinato de la reputación de los defensores de la libertad y la democracia.
En este sistema es que Moisés Montero Chambi un ciudadano de 26 años por gritar BOLIVIA DIJO NO está imputado de oficio por el delito de «atentados contra el presidente y otros dignatarios de estado» Art. 128 Penal de la dictadura con pena de cárcel de 5 a 10 años. Es el más reciente preso político y la dictadura le brinda la opción de confesar un delito que no cometió, pedir disculpas al dictador, obtener una sentencia blanda y recuperar la libertad, o seguir el camino de los bolivianos que han muerto en las cárceles de Morales y que aún permanecen en ellas.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy