«Evo Morales no tiene ninguna intención de recuperar el mar para Bolivia; lo que ha buscado es una gran puesta en escena»

16092018_Internacional@2_GCT3EIB6B.1+42018234_thumb16 de septiembre del 2018

(elmercurio.com) Carlos Sánchez Berzaín, ex ministro de Defensa boliviano, a «El Mercurio»:

A 15 años de la «guerra del gas», el brazo derecho del ex Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada comenta ese episodio, las elecciones del próximo año, entre otros temas.  

GASPAR RAMÍREZ 

Carlos Sánchez Berzaín (Cochabamba, 1959) fue uno de los protagonistas de la «guerra del gas», como se llamó a las protestas sociales que comenzaron el 19 de septiembre de 2003 en Bolivia por la idea del gobierno del ex Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada de exportar gas a través de Chile. El episodio concluyó casi un mes después con decenas de muertos, la salida del poder de Sánchez de Lozada, quien escapó a Estados Unidos junto a su ministro de Defensa y mano derecha, Carlos Sánchez Berzaín.

A quince años de esos acontecimientos que significaron la llegada de Carlos Mesa a la presidencia (era el Vicepresidente de Sánchez de Lozada) y el principio de la consolidación del dirigente cocalero Evo Morales como referente nacional, el director del Instituto Interamericano para la Democracia de Florida conversa con «El Mercurio» -donde reside desde que dejó Bolivia- sobre la «guerra del gas», la demanda marítima de Bolivia en La Haya, el gobierno de Evo Morales, y la intención del Mandatario de repostularse en 2019, pese a que perdió el referéndum revocatorio del 21 de febrero de 2016 (21-F).

-¿Cómo ve este intento de Evo Morales de volver a postular a la Presidencia?

«Es un acto de ejercicio dictatorial en el marco de la agenda transnacional del castrochavismo. Evo Morales por sí mismo nunca hubiera llegado al poder y menos se hubiera mantenido si no hubiera en el siglo XXI un proceso transnacional generado por el dinero de Hugo Chávez (1999-2013) y las capacidades políticas de la dictadura cubana.

Cuando Hugo Chávez llega al poder el 99, hace de inmediato una alianza con Fidel Castro, salva a Cuba del período especial, y eso le permite a Castro recrear la expansión de su revolución por las Américas en la que había fracasado en las décadas del 60, 70, 80 y 90. Y con el dinero venezolano empieza una expansión silenciosa que abarca todo (lo que va de) el sigloXXI, y que empieza con el derrocamiento sucesivo de cuatro gobiernos en América Latina: (Fernando) De la Rúa en Argentina, (Jamil) Mahuad en Ecuador, Sánchez de Lozada en Bolivia y Lucio Gutiérrez en Ecuador, y también el derrocamiento del secretario general de la OEA, Miguel Ángel Rodríguez, ex Presidente de Costa Rica, lo que abre la posibilidad de Insulza, que viene a ser el funcionario servil a este proceso dictatorial.

En ese escenario, en Bolivia, Evo Morales llega al poder después del derrocamiento de Sánchez de Lozada el 2003 (asume en 2006), y aplica la agenda castrochavista, que no es otra que el cambio de las leyes, de la Constitución. Impone una constituyente que establece un sistema por el cual Morales se puede reelegir consecutivamente una vez, cosa que resulta falsa, después hace el referéndum del 21 febrero de 2016, lo pierde, y luego hace una nueva maniobra con su Tribunal Constitucional, que ha declarado que Evo Morales tiene el derecho humano de candidatearse las veces que quiera».

-Las encuestas muestran a Carlos Mesa como el principal rival de Morales para el próximo año. ¿Qué opina del posible regreso de Mesa?

«Si en el proceso electoral de 2019 participa Evo Morales, cualquier boliviano o líder político participa de ese proceso diciendo que es oposición; eso es complicidad. Si Morales es retirado del poder y se respeta el 21-F, todo el mundo tiene derecho a candidatearse, pero hay que reponer las condiciones de democracia. Sobre las condiciones de democracia, para eso sirve el ejemplo chileno. Para que Chile tenga libertad y elecciones libres, primero tuvo que cesar la dictadura. Tuvieron que regresar los exiliados, cesar la persecución política, y ser liberados los presos políticos. En esa dinámica, en Bolivia hay decenas de presos políticos».

-Y si se dan esas condiciones, ¿qué le parecería una candidatura de Mesa?

«Mesa obtuvo el poder el 17 de octubre de 2003 por un acto de traición al Presidente Sánchez de Lozada, porque él para tomar el poder dio el paso al costado y permitió que la conspiración y el golpe de Estado triunfaran. Yo soy el responsable de que Mesa haya sido candidato por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Mesa era amigo personal mío, visitaba mi casa con mucha frecuencia, y a partir de eso yo propuse, sostuve, llevé adelante su candidatura vicepresidencial porque yo en ese momento era jefe nacional de campaña y secretario ejecutivo del MNR. Mesa tiene las peores credenciales políticas por esa deslealtad.

La traición que ha cometido con el pueblo boliviano es atroz. Él es el autor de que Evo Morales llegue al gobierno, a la dictadura. Pues yo no tengo nada contra la candidatura de Mesa, pero tenemos todos que poner en un escenario democrático nuestras credenciales sobre la mesa».

-¿Cómo ve la conducción que el Presidente Morales ha hecho de la demanda marítima impuesta por Bolivia contra Chile?

«El tema tiene dos aristas. Primero, la reivindicación marítima boliviana o derecho de Bolivia de recuperar su acceso soberano al mar es indiscutible, porque nace de los hechos históricos de la guerra de 1879. Esa es mi opinión como boliviano, como político, como analista. Pero eso tiene una segunda parte. Es que en la historia de Bolivia todas las dictaduras, todos los dictadores después de que Bolivia se volvió país mediterráneo, han buscado utilizar el tema de la reivindicación marítima para perpetuarse en el poder.

Eso es lo que ha hecho Evo Morales. Evo Morales no tiene ninguna intención de recuperar ciertamente el mar para Bolivia; lo que necesita es un gran show off . Lo que ha buscado es una gran puesta en escena y hacer del tema marítimo el último tema que le dé respaldo y popularidad política en Bolivia.

Y así ha ido a La Haya y ha hecho una mala demanda. Yo he criticado públicamente: Evo Morales no puede demandar a Chile sin demandar a Perú, porque existe el Tratado de Lima que firmaron cuando se hizo la paz entre el Perú y Chile por efecto de la Guerra del Pacífico, donde en un adendum a ese tratado de Lima se establece que ninguna de las partes podrá ceder a un tercero parte del territorio que haya pertenecido con anterioridad a cualquiera de las partes sin consentimiento de ella. Es un texto ambiguo pero muy claro que dice que Chile técnicamente no puede darle parte del territorio que fue peruano a un tercero, y el único posible es Bolivia, sin el consentimiento del Perú. Entonces, si usted va a demandar seriamente a Chile, tiene que demandar al Perú. O por lo menos hacerlo participar de esa demanda, y eso no ha sucedido.

La segunda cosa es el objeto de la demanda que hace Evo Morales, que pide que La Haya obligue a Chile a negociar. Chile nunca se ha negado a negociar; Chile siempre ha estado abierto a la negociación y lo acaba de mostrar una información salida estos días de que incluso el propio Evo Morales ha tenido negociaciones secretas con Piñera (durante el primer gobierno del Presidente chileno).

Entonces estamos hablando de que Evo Morales tiene una gran puesta en escena; tiene de nuevo un espectáculo político utilizando el tema más sensible y más importante para los bolivianos, que es nuestra reivindicación marítima, y a partir de esa manipulación ilegítima que hace Evo Morales no se puede esperar nada bueno.

Conclusión: la reivindicación marítima es un derecho de los bolivianos y está en muy malas manos por tratarse de una dictadura que manipula con fines publicitarios y políticos esa reivindicación».

-El 19 de septiembre se cumplen 15 años del inicio de la llamada «guerra del gas». Evo Morales se refiere a Sánchez de Lozada y a usted como «genocidas de la masacre de 2003», ¿qué dice usted?

«Sobre ese tema, es nada más que Evo Morales que repite las infamias y la propaganda que él ha manejado en esta materia. El responsable de los hechos luctuosos que todos lamentamos es Evo Morales y su grupo de criminales de intervención externa.

En cuanto a las responsabilidades, un juez federal de los EE.UU. falló hace unos meses en un juicio que ha durado casi 11 años en que se demandaba que Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín eran responsables de la masacre y debían indemnizar a los familiares de los muertos. La justicia federal de EE.UU. ha declarado no ha lugar a aquello porque no hay ninguna responsabilidad, y porque nada ha quedado demostrado respecto al Presidente Sánchez de Lozada y al ministro Sánchez Berzaín».

-¿Reconsideraría la decisión de sacar a las Fuerzas Armadas para controlar las protestas en la llamada «guerra del gas»?

«Respecto de las decisiones que se tomaron en su momento, fueron decisiones que se tomaron en el marco del Estado de Derecho. Y las órdenes de movilización militar las ha dado el capitán general, y eso ha sido extensamente esclarecido en el proceso en EE.UU. O sea, todo en el marco de la competencia legal, todo en el marco de la ley, de las circunstancias que obligan a un funcionario, en este caso el Jefe de Estado, capitán general, el Presidente Sánchez de Lozada, a tomar determinadas decisiones, y todas las decisiones institucionales, y por escrito, es lo que ha sucedido».

»En la historia de Bolivia, todas las dictaduras (…) han buscado utilizar el tema de la reivindicación marítima para perpetuarse en el poder».

»Chile nunca se ha negado a negociar; Chile siempre ha estado abierto a la negociación»