Carlos Sánchez Berzaín entrevistado por José Gregorio Martínez en PanAmPost: La violencia de que está siendo víctima el pueblo de Ecuador es otro ataque contra la libertad y la paz, ahora utilizando delincuentes comunes, para desestabilizar al gobierno y las instituciones y provocar desconcierto e inseguridad ciudadana que deteriore la democracia. Es una operación de “guerra hibrida” operada por el crimen que responde a los mecanismos del socialismo del siglo 21 o castrochavismo, luego del retorno a la democracia por el presidente Lenin Moreno y de repetidas derrotas electorales, que incluye el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.
Los grupos de delincuentes, narcotraficantes, sicarios, maleantes, secuestradores y otros que han tomado las armas contra el pueblo ecuatoriano son el mecanismo operativo que remplaza hoy a las guerrillas urbanas y rurales, a los levantamientos armados contra el gobierno constitucional, a la exacerbación de problemas sociales, económicos, indígenas, raciales o regionales hasta convertirlos en procesos de sedición violenta. Es otro mecanismo del que dispone el grupo de dictaduras de crimen organizado trasnacional que se denominan socialismo del siglo 21 para tratar de recuperar el control de poder en Ecuador mostrando que la democracia es insegura y que es mejor pactar con el crimen o ser gobernados por él.
El problema de Ecuador no es un problema de confrontación armada entre ecuatorianos, no es problema policial o militar aunque sus acciones sean urgentes y necesarias en el corto plazo. Es un problema político, es una agresión trasnacional, la expresión del eje de confrontación de nuestro tiempo de dictaduras contra democracia, de crimen organizado que detenta poder político contra la libertad y los derechos humanos. Por eso urge que Ecuador identifique correctamente al enemigo y actúe en consecuencia reponiendo la vigencia de la ley, la seguridad ciudadana y cesando la impunidad más allá de los sicarios y operadores materiales de los crímenes.
El siglo XXI se inicia en las Américas con la sombra de un movimiento integrado y liderado por Hugo Chavez con todo el dinero y petróleo venezolano con todo el conocimiento criminal de la dictadura de Fidel Castro y el Foro de Sao Paulo de Lula Da Silva. Así se configura el siglo XXI en las Américas donde el eje de confrontación es dictadura vs. democracia. Las dictaduras bajo la dictadura de Cuba se expanden en Venezuela con Chávez/Maduro, Bolivia con Morales/Arce Catacora, reponen la dictadura sandinista con Ortega y Murillo y hacen una dictadura en Ecuador. Durante 10 años gobierna Correa, cambia la constitución, expulsa a la DEA igual que lo hizo Chávez o Morales, cierra la base antinarcóticos de Manta, convierte al Ecuador en narcoestado.
Correa deja el poder, Lenín Moreno decide devolverle al Ecuador a la democracia lo que tuvo como reacción el intento de golpe de Estado en octubre de 2019.
Posteriormente llega Guillermo Lasso y se ve forzado, bajo permanente presión del correísmo, a adelantar las elecciones. En esas nuevas elecciones el candidato presidencial que era el permanente denunciante de la corrupción y violaciones a los derechos humanos de Correa, Fernando Villavicencio, es asesinado.
El socialismo del siglo XXI en el Ecuador, ha agotado todos los medios, ha intentado golpes de estado, bloqueo sociales, han perdido las elecciones presidenciales, han asesinado al candidato a Fernando Villavicencio y ahora están utilizando, en el marco de la guerra híbrida, al crimen común.
Ecuador está bajo un ataque que es transnacional, dirigido por las dictaduras.
El socialismo del Siglo XXI mata, ha matado a Fernando Villavicencio, el presidente Noboa debe ir adelante en la investigación de este asesinato.
Uno de los graves errores del presidente Lasso fue no ejecutar la sentencia ejecutoriada de 8 años de prisión de Rafael Correa.