Bolivia es una dictadura y es un narcoestado. Esto obedece al proceso transnacional del Socialismo del Siglo XXI liderado por Cuba que ha puesto bajo el mismo sistema a Venezuela y Nicaragua. La dictadura en Bolivia está probada por los 72 presos políticos y mas de dos mil exiliados, el sistema de justicia se usa igual que en Venezuela, Cuba o Nicaragua como mecanismo de represión y terrorismo de estado para perseguir, someter y controlar a la oposición política; no hay separación e independencia de poderes públicos, no hay respeto a los derechos humanos; se hace sucesivamente fraude electoral y no hay libre organización política.
Bolivia es un narcoestado, donde los miembros del gobierno utilizando las potestades que tienen para gobernar, participan, protegen y actúan a favor del narcotráfico. Evo Morales es el jefe máximo de las seis federaciones productoras de coca, que producen cocaína en el Chapare. Morales ha ampliado esos cultivos y ha dado impunidad e inmunidad a esos cocaleros. Bolivia hoy está conectada con el eje principal del narcotráfico que pasa por Venezuela.
La prueba de todo esto es que hay varios exjefes antinarcóticos de Evo Morales que caen en la justicia internacional.
Hay que recuperar la democracia y la República.
Carlos Sánchez Berzaín entrevistado por Marco Daza en «Periodismo de impacto».