Según el abogado y politólogo Carlos Sánchez Berzain, investigador de temas relacionados con causas históricas en materia de defensa de las libertades fundamentales y del control de constitucionalidad, en el estudio del socialismo del siglo XXI o castrochavismo “el narcotráfico se presenta como elemento esencial para acceder al gobierno, para detentar el poder y para el sostenimiento de sus regímenes”.
Para el director del Interamerican Institute for Democracy, el narcotráfico -principalmente de cocaína-, es una parte cardinal “del sistema de crimen organizado transnacional que disfrazado como proceso político antiimperialista y populista convirtió en narcoestados a Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y en su momento a Ecuador”.
En un artículo publicado por Infobae, el Máster en Ciencia Política y en Sociología, sostiene que el concepto de narcoestado describe a un “país cuyas instituciones públicas se encuentran influenciadas de manera importante por el poder y las riquezas del narcotráfico, cuyos dirigentes desempeñan simultáneamente cargos como funcionarios gubernamentales y miembros de las redes del tráfico de drogas amparados por sus potestades legales”.
Sánchez Berzain, explica que en los inicios de la revolución cubana, “el régimen proclamó por medio del Che Guevara y Fidel Castro la ‘acción estratégica’ de llenar de drogas los Estados Unidos para atacar la juventud”.
“El narcotráfico es parte de los instrumentos de la lucha antiimperialista de la dictadura de Cuba recreado en el castrochavismo por su vocero Evo Morales cuando en las Naciones Unidas en abril de 2016 afirmó que “la lucha contra el narcotráfico es el instrumento del imperialismo para oprimir a los pueblos”, expuso el también autor de los textos “La dictadura del siglo XXI en Bolivia” (censurado por el gobierno de Evo Morales, que ha confiscado centenas de ejemplares e impide su difusión en Bolivia) y “Lucha por la democracia”… fraude electoral, represión judicial, presos y exiliados políticos, corrupción, control de prensa, dictadores”, una amplia denuncia del ejercicio de las dictaduras del socialismo del siglo XXI, basada en artículos de prensa, ensayos y cartas en las que Sánchez Berzain defiende la democracia desde el exilio.
“Durante el periodo del castrismo soviético la participación de Fidel Castro y su régimen dictatorial en el narcotráfico es contundente. Además de sostener y promover a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el mismo país, está probada la asociación directa de los Castro con los narcotraficantes Pablo Escobar de Colombia y su socio Roberto Suarez de Bolivia, como lo documenta ‘la conexión cubana’ en el libro El Rey de la Cocaína”, señaló.
En el artículo, se refiere además, que el fusilamiento el 13 de julio de 1989 del General Arnaldo Ochoa, el Coronel Antonio de la Guardia, el Mayor Amado Padrón y el capitán Jorge Martínez “es el acto dictatorial con el que Fidel Castro intentó lavar su propia imagen y la de la revolución, frente a la concluyente prueba de que había convertido a Cuba en un narcoestado, en momentos en que ‘la perestroika soviética’ había aislado a Cuba”.
De acuerdo, a las declaraciones del experto, “el castrochavismo logró convertir el narcotráfico y el crimen en política legal en Colombia con su mediación en el proceso de paz, acción única en que la dictadura promotora, protectora y socia de las FARC hizo de árbitro y ‘pacificador’”.
Sánchez Berzain subraya que hoy “el castrochavismo protege en Cuba a los jefes del ELN mientras con el soporte que da desde Venezuela ha rearmado a las FARC y convertido al ELN en fuerza efectiva de terrorismo en Colombia”.
A través del texto de su autoría se puede resumir que:
- “Ecuador quedó marcado como narcoestado por Rafael Correa con su abierta protección a las FARC”.
- “Bolivia con Evo Morales es un narcoestado que se mantiene intacto pese a la salida del dictador. El año 2003 existían 3.000 hectáreas de coca ilegal y hoy más de 70.000 como resultado de acciones directas de gobierno para crecer y sostener el narcotráfico”
- “Venezuela es el eje del narcotráfico que opera la cocaína de las FARC y del ELN y la de los cocaleros de Evo Morales. La cúpula del régimen venezolano está acusada y requerida por tribunales internacionales, con precio por su captura, por delitos de narcotráfico.
- “Cuba el narcoestado jefe, operando con y en Nicaragua ha demostrado que además de ocupar Venezuela y dirigir a Evo Morales, es país de salida de cargamentos de cocaína como lo prueban los cerca de 1.517 paquetes de cocaína decomisados en Mayo de 2019 en Panamá en un contenedor proveniente de la isla”.
“Donde está el castrochavismo está el narcotráfico, donde controlan un gobierno nace un narcoestado, donde despliegan su diplomacia protegen el narcotráfico”, concluyó el académico que vive exiliado, como asilado político en los Estados Unidos.