(Infobae.com) La Presidenta Interina Jeanine Añez ha dado la prueba definitiva de que “en Bolivia cayó el dictador pero no la dictadura” con su decisión de ser candidata a la presidencia de Bolivia en las próximas elecciones. La jefa del gobierno interino establecido para la celebración de elecciones libres y justas, es ahora candidata a la presidencia en esas elecciones en base a las leyes de Evo Morales con las que éste convirtió un mandato presidencial de 5 años sin derecho a reelección continua en casi 14 años de dictadura. Es la dramática constatación de que Bolivia no puede tener democracia con las leyes y los jueces de la dictadura.
Central en la “agenda de octubre” bajo el sofisma de “asamblea constituyente” como resultado del golpe de estado del 17 de octubre de 2003 y agenda de las dictaduras del castrochavismo, el crimen central de Evo Morales y sus cómplices para destruir la democracia y República de Bolivia es la falsificación de un nuevo orden jurídico imponiendo una constitución en la que el presidente puede ser reelecto de manera continua. Así suplantó el mandato constitucional de la República de Bolivia que prohíbe específicamente que un presidente se reelija consecutivamente y se prorrogue.
El detalle de las falsificaciones y crímenes cometidos para liquidar la República de Bolivia e imponer un orden jurídico castrochavista con el que establecieron la dictadura en Bolivia está demostrado en el libro “La dictadura del Siglo XXI en Bolivia”, en el libro “Bolivia la Patria está cautiva” y resumido en la columna “Bolivia: la constitución del estado plurinacional es nula” disponibles en internet.
Los bolivianos estamos pagando con sangre, persecución, cárcel y exilio político la defensa de la democracia y la República de Bolivia desde 2003 y la resistencia a la imposición de la constitución del estado plurinacional con la que construyen la dictadura. Para imponer el orden jurídico dictatorial, Evo Morales y su régimen cometieron las masacres de Porvenir en Pando, del Hotel las Américas en Santa Cruz, de Cochabamba, de la Calancha en Sucre y mas, con decenas de muertos, centenas de presos, perseguidos y exiliados políticos. Se hizo evidente la judicialización de la represión política, instrumento castrochavista de control político y social. Suplantaron todo el Poder Judicial con fiscales y jueces del régimen con la nueva constitución que solo cambiando el nombre de los poderes, retiró a los fiscales, jueces y magistrados de la democracia.
Luego de su primera reelección continua del año 2009, Evo Morales se planteó como candidato el 2014 que su propia constitución ya no permitía, pero fue habilitado el “Tribunal Constitucional Plurinacional” de su amaño que prevaricó con el ridículo argumento que “la elección de 2005 no cuenta por haber desaparecido la República de Bolivia en la que se realizó tal elección, de donde la elección del año 2009 fue la primera en el estado plurinacional”!!??. Y para la reelección del 2020 con el mismo Tribunal, el dictador Morales consiguió una sentencia que reconoce su “candidatura indefinida como derecho humano…”!!??
Ese Tribunal Constitucional Plurinacional, prevaricador, servil, instrumento de la dictadura, que aplica una constitución que es nula, impuesta con múltiples delitos, masacres, persecuciones, extorsiones y exilio, es el que sigue hoy en funciones. Es el que ha decidido mantener en vigencia la Asamblea Nacional con dos tercios en control del dictador y prorrogarla. Es el tribunal que ignoró el mandato del referéndum del 21 de febrero de 2016 (21-F) en el que BOLIVIA DIJO NO. Es la dictadura que sigue vigente en Bolivia.
Cuando la Presidenta Interina anuncia su candidatura presidencial, da a Bolivia y al mundo la muestra definitiva de la vigencia de la dictadura castrochavista en Bolivia. Está usando para su beneficio el sistema dictatorial, la misma norma falsificada pero vigente, la misma ley infame que usó Evo Morales para perpetuarse en el poder hasta que el pueblo boliviano en resistencia civil -no los partidos ni lideres políticos funcionales al régimen- logró la renuncia del dictador.
La transición de la dictadura a la democracia no puede hacerse con las leyes y los jueces de la dictadura. El gobierno interino, como parte de su obligación histórica y política de ELECCIONES LIBRES Y JUSTAS debieron señalar el camino y adelantar en lo posible la reposición, el retorno al orden jurídico previo a la desaparición del estado de derecho pues en eso consiste el retorno a la democracia.