(Infobae.com) Para las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia el 2019 ha sido el año que las ha marcado como grupo de delincuencia organizada transnacional que detenta el poder con la comisión diaria de delitos, que no es de un proyecto político sino criminal. Su gravísima situación económica, social y humanitaria las ha llevado a aplicar una violenta y desesperada ofensiva contra las democracias, con efecto directo en Ecuador, Chile, Colombia y de desestabilización en toda la región. El 2019 ha sido el año de agonía de las dictaduras del “castrochavismo” que para tratar de sobrevivir aplican una ofensiva general contra las democracias.
Castrochavismo es “la denominación que describe el sistema de crimen organizado transnacional que usurpa el poder político en Cuba, Venezuela, (Bolivia) y Nicaragua, que debe ser tratado como una estructura de delincuencia organizada y no como un proceso político, ha reducido a estado de indefensión a los pueblos oprimidos y representa la amenaza más grave para la paz y seguridad en las Américas”.
Las dictaduras de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua iniciaron el 2019 en situación grave que se convirtió pronto en agonía:
1.- Cuba en crisis económica creciente por su situación de estado parásito, la bomba de tiempo que representa la ancianidad del dictador Raúl Castro y de los jefes históricos, con la evidencia de ser el dueño del sistema criminal que opera tráfico de personas, narcotráfico, corrupción, violación institucionalizada de derechos humanos y más, controlando Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
2.- Venezuela en crisis humanitaria y un régimen criminal operado por Cuba, un narcoestado, pero con la esperanza de un gobierno legítimo liderado por el Presidente Juan Guaidó reconocido por mas de 50 países que marcaba el camino de un pronto cese de la usurpación que lamentablemente no sucedió este año.
3.- Bolivia con economía disfrazada por la manipulación de datos y crisis política creciente por la persistencia de Evo Morales en ser candidato por cuarta vez consecutiva contra su Constitución y del referéndum del 21 de Febrero de 2016 que dijo no a la reelección. Morales cometió fraude electoral y otros delitos que produjeron su renuncia y un gobierno interino para convocar a nuevas elecciones como inicio de la transición a la democracia.
4.- Nicaragua sometida por la violencia de masacres, presos políticos, torturas y decenas de miles de exiliados producto de la brutalidad del régimen de Ortega-Murillo que para mantenerse en el poder aplica los sangrientos métodos castristas como en Venezuela, Bolivia y la propia Cuba.
La agonía de las dictaduras castrochavistas está acelerada por sus propios crímenes pues convirtieron a Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia en narcoestados sostenedores y asociados con las FARC, el ELN y otros grupos criminales en Colombia, México y más. La violación de derechos humanos institucionalizada, la desaparición del estado de derecho y de la división e independencia de poderes, la manipulación del poder judicial como medio de represión política con presos, torturados, exiliados y asesinados políticos. La corruptela transnacional, nuevos multimillonarios con exhibición e impunidad, el abuso de poder y el derroche mientras lo pueblos pasan hambre, hacen imposibles de sostener a estos regímenes como lo prueba la caída del dictador en Bolivia.
En estado agónico las dictaduras castrochavistas iniciaron la ofensiva general contra las democracias de las Américas con el frustrado golpe de estado contra el presidente Moreno en Ecuador, con la exitosa desestabilización del gobierno de Piñera en Chile, con la permanente agresión al gobierno de Duque en Colombia y la desestabilización de Brasil, Perú, Argentina de Macri y más.
Aplicaron el viejo método de la dictadura de Cuba ejecutado con guerrillas en los 60, más guerrillas, narcotráfico y terrorismo en los 70 y 80 hasta que Cuba quedó desfinanciada por la caída de la Unión Soviética. La ofensiva castrochavista está confesada y celebrada por Castro, Maduro, Cabello, Morales, Díaz Canel, Ortega y sus voceros. Controlan el gobierno de Argentina con Fernandez/Kirchner y manipulan abiertamente el de México con López Obrador. Perdieron Bolivia pero conspiran criminalmente para recuperarla con la abierta complicidad de Argentina, México y España.
Así termina el 2019, una agonía violenta y feroz de las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua que saben que están perdidas y que la única alternativa de extender su moribunda condición y sus negocios criminales es atacando a las democracias.