(Infobae.com) El flagrante fraude electoral y los crímenes cometidos por Evo Morales y su régimen activaron la “nación boliviana” luego de más de una década en que el castrochavismo la suplantó con falsificaciones, masacres y delitos, cuando eliminó la República de Bolivia e impuso su estado plurinacional fundado en la confrontación racial. La nación boliviana se activó en cabildos abiertos de los que nació la resistencia civil y jóvenes liderazgos. En casi tres semanas de resistencia civil, Evo Morales es un dictador derrotado por la nación boliviana y solamente sostenido por la intervención castrochavista.
La necesidad de reconocer la nación boliviana nace históricamente en la Guerra del Chaco, a la que los jóvenes de Bolivia procedentes de diversas regiones, culturas, condiciones sociales y económicas concurrieron como una sola fuerza nacional. La Revolución Nacional de 1952 implementó la construcción de la nación boliviana con el voto universal que hace ciudadanos iguales a todos los hombres y mujeres de Bolivia, con la reforma agraria que los hace propietarios y potenciales emprendedores, con la reforma educativa que establece la educación gratuita y obligatoria, y con la reforma del sistema militar para institucionalizar Fuerzas Armadas de la Nación.
El concepto y la existencia de la nación boliviana, mestiza, diversa pero única, se construye y sostiene por medio de la “alianza de clases” y no de la lucha de clases. Se mantiene y desarrolla hasta 2009 en que –con la constitución castrochavista- se suplanta por la “lucha de razas” por medio del reconocimiento de 36 naciones en el territorio de Bolivia y la liquidación de la República con un estado plurinacional. En eso consiste el más grande crimen para destruir la “nación boliviana” y traición a la Patria perpetrados por Evo Morales, entregando Bolivia a la intervención de la transnacional del crimen organizado que en ese momento se presentaba como movimiento bolivariano o socialismo del siglo XXI y que hoy se reconoce como castrochavismo.
Hay que recordar que la liquidación la nación boliviana presentada como una acción autóctona de Evo Morales en su rol de falso indígena, es solo la repetición de la consigna de “multiplicación de los ejes de confrontación” impuesta por el Foro de San Pablo desde su creación, utilizando el “racismo”, el “indigenismo” y el “regionalismo” -en el caso boliviano- como herramientas para destrozar el concepto de “unidad de nación”, facilitar la intervención, terminar la democracia e imponer su sistema dictatorial. En Bolivia, el castrochavismo falsificó y manipuló el indigenismo convirtiéndolo en factor de “lucha”, para desplazar el “indigenismo nacional” que está incorporado como elemento esencial de “alianza” en la construcción y desarrollo de la nación boliviana.
Este apretado resumen histórico de la nación boliviana y su lucha por ser y sobrevivir, demuestra el porqué la resistencia civil contra la dictadura castrochavista de Evo Morales es posible y es exitosa. Se trata de que los bolivianos somos y queremos ser bolivianos, que hemos proclamado y ejercido por varias generaciones el principio de “unidad en la diversidad”, asumiendo nuestra condición de mestizos, nuestras diferencias regionales y culturales como elementos de riqueza para la construcción de una nación común que existe y cuya madurez se demuestra ahora.
Porque hay una nación boliviana la confrontación en Bolivia está planteada entre el régimen y el pueblo de Bolivia, entre Evo Morales y los bolivianos, entre la intervención transnacional castrochavista y la defensa de la Patria. Por eso el símbolo de la libertad y la democracia en Bolivia es la bandera nacional boliviana (rojo, amarillo y verde) y el mensaje de la resistencia civil es el Himno Nacional boliviano (morir antes que esclavos vivir…). Por eso el pedido de renuncia es nacional. Por eso la totalidad de la Policía Boliviana está contra el régimen en una acción denominada motín pero que en verdad es de institucionalidad nacional. Por eso la parte corrompida del alto mando militar de las Fuerzas Armadas de la Nación no ha podido mantener su entreguismo al régimen y se ha neutralizado bajo presión de los militares formados en la doctrina la Nación Boliviana.
Solamente la intervención violenta y criminal del castrochavismo sostiene a Evo Morales, bajo acción directa de Carlos Rafael Zamora alias el gallo que funge como Embajador de Cuba en Bolivia. Pero el dictador está derrotado, el enemigo identificado y la nación boliviana unida y movilizada.