Sobre este aspecto, el exministro boliviano Carlos Sánchez Berzaín afirmó que el “título” de este “capítulo del fraude de las elecciones en Bolivia” es “Evo Morales, un dictador arrinconado por la resistencia civil, que es espontánea y sigue en pie de lucha después de 13 días”.
Sánchez Berzaín dijo que la consigna del pueblo boliviano es “Fuera, Evo” y “No más, Evo”, en un ambiente de “indignación nacional” de una “resistencia civil”, de la que —según el también director del Instituto Interamericano por la Democracia— “Evo Morales se mofó al principio y hoy lo tiene arrinconado”.
Las protestas se mantienen en Bolivia desde el momento en que un “repentino cambio” en los resultados provisionales dio la victoria a Morales, después de que el órgano electoral había vaticinado una segunda vuelta con el opositor Carlos Mesa. Durante los primeros enfrentamientos entre opositores y oficialistas se registraron dos muertos.
“Vamos a cumplir dos semanas de paralización del país por los comités cívicos, en los que la gente voluntariamente está protestando, y hemos pasado de la constatación infraganti del fraude electoral masivo, hecho por Evo Morales, el 20 de octubre, al pedido sólido del pueblo boliviano para que Morales deje el poder”, apuntó Sánchez Berzaín.
Agregó el reconocido opositor que “la unidad de diferentes sectores se consolida cada vez más” al punto que el “propio régimen ya ha empezado a ofrecer salidas”, como la posibilidad de una segunda vuelta, que —dijo— “ya está descartada porque sería permitir hacer más fraude”.
Papel de la OEA
De acuerdo con el analista político, “hay que destacar el papel de la OEA que por enésima vez trata de estabilizar a Evo Morales, en un acuerdo entre el régimen y Almagro para disponer de una auditoría que tiene como propósito ganar tiempo, cuando todo el mundo sabe que hay un fraude; está probado”.
Para Sánchez Berzaín, éste es un “delito flagrante que todo el mundo ha visto” y lo comparó con el “caso hipotético” de “una señora que le roban su cartera en un supermercado, la comunidad agarra al ladrón, lo entrega a la Policía, que después abre una investigación y quiere una auditoría, nada más para darle tiempo al ladrón a que tenga espacio para poder seguir haciendo más fraude”.
En opinión del exministro boliviano, la salida del “jefe del grupo de auditores de la OEA” es “una señal más de la prevaricación y las barbaridades que hace la OEA para sostener al dictador Evo Morales”.
Se trata del mexicano Arturo Espinosa, jefe de la misión de la OEA que audita las elecciones de Bolivia, quien renunció el viernes en la noche bajo la justificación de que no quiere “comprometer” la imparcialidad de esa organización por unas declaraciones que había hecho sobre el proceso electoral.
“Han puesto el pretexto de que él había anticipado criterios sobre la no reelección. Eso es ridículo, eso se sabía. Lo que pasa es que ese personaje ha debido rehusarse a consolidar el fraude o ayudar al régimen”, enfatizó.
Sánchez Berzaín añadió que “la OEA le ha dado un balón de oxígeno de dos semanas a Morales, mientras el pueblo resiste en la calle, igual que hizo Almagro con la negociación que abrió en Nicaragua, cuando el pueblo estaba sacando a Ortega como dictador y tenemos hoy día un resultado tenebroso con Ortega en el poder”.
Nuevas elecciones
Entretanto, Carlos Mesa, rival de Morales en estas cuestionadas elecciones, exigió unos nuevos comicios en Bolivia, como una fórmula de solución a la crisis política en esa nación.
“Vamos a terminar haciendo nuevas elecciones, pero tienen que ser sin Evo Morales, que es el candidato usurpador, que fue habilitado por el propio Almagro, en mayo de este año, diciendo que es un derecho humano ser candidato”, planteó Sánchez Berzaín.
Desde su punto de vista, para llegar a nuevas elecciones en Bolivia “tiene que restablecerse en el Estado de derecho y para eso debe salir el dictador Morales, y tiene que ponerse de nuevo en vigencia la división de independencia de poderes, con un órgano electoral imparcial”.
Para Sánchez Berzaín, “es el momento de quebrar la dictadura y lograr la salida del dictador Morales para poner en marcha un proceso que nos lleve a las nuevas elecciones”.