(Infobae.com) Las dos primeras décadas del siglo XXI en las Américas están marcadas por la irrupción, apogeo y caída de las dictaduras resultantes de la expansión del castrismo de Cuba con los recursos de Venezuela entregados por Hugo Chávez, el «castro-chavismo». Luego de controlar prácticamente toda región oprimen hoy a Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, están en crisis e identificadas como «dictaduras de delincuencia organizada» que agonizan con mas crímenes como Maduro y su desquiciada agresión contra la ayuda humanitaria internacional, demostrando que son criminales, que el hambre y la miseria de los pueblos es su negocio.
Históricamente los 20 años de castro-chavismo en las Américas es un periodo corto, pero desde el sufrimiento humano, el daño institucional y económico es largo y extremo. El elemento esencial de las dictaduras castro-chavistas es la suplantación de la política y lo político por el delito como «grupo transnacional de delincuencia organizada». Todo lo actuado por el castro-chavismo es crimen, nada es política. El control de los estados y las posiciones políticas que detentan son solo mascarón de la organización criminal mas importante y sin precedentes que se conozca.
La expansión dictatorial iniciada con el robo de la riqueza venezolana fue reforzada por la corrupción transnacional sin precedente, promovida y ejecutada desde el «Foro de Sao Paulo» -otra herramienta castrista en la región- con Lula da Silva hoy presidiario con dos condenas penales, que ha dejado como símbolos el «lava jato» y la constructora Odebrecht que tapa con su nombre a cerca de 15 empresas mas que actuaron en operación de crimen organizado.
Otra fuente de ingresos del castro-chavismo es el narcotráfico que tiene a Venezuela con Chávez-Maduro y Bolivia con Evo Morales como narco-estados, mas una amplia red de lavado de dinero y activos. La dictadura cubana está implicada en el narcotráfico por lo menos desde su probada relación con el colombiano Pablo Escobar, huésped de Fidel Castro, que terminó con el fusilamiento del Gral. Ochoa para tapar al dictador cubano.
La instalación, incentivo y soporte del terrorismo internacional para mantener ocupados y domesticar la voluntad de los gobiernos democráticos, agregando a las operaciones castristas como las FARC, el ELN o el MRTK, la apertura a grupos de terrorismo islámico en las Américas, es otra de las acciones delictivas muy lucrativas del castro-chavismo, probada por el uso político de los estados controlados en acciones con apariencia nuevas políticas internacionales, con la creación de la «Escuela Militar Antiimperialista del Alba» en Bolivia, con su declarada enemistad contra el Estado de Israel y mas.
La corruptela local, la de los contratos, los sobreprecios, las obras que se pagan y que no se realizan, la de los negocios que nacen del total control estatal de la economía, la de los permisos para devastar bosques y la fauna silvestre o de explotación minera, la de los permisos de importación, la de la extorsión y confiscación de medios de comunicación y empresas, los negocios de la crisis y de la miseria por falta de alimentos y medicamentos, en suma los delitos por ausencia de estado de derecho y resultado del poder total en manos del castro-chavismo, abarcan prácticamente todos los delitos conocidos.
Para no dudar de la naturaleza criminal de las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia hay que agregar al robo de la riqueza venezolana, a la corrupción transnacional, al narcotráfico, al lavado de activos, al terrorismo internacional y a la corruptela local, los delitos contra la libertad, los derechos humanos y de lesa humanidad. Detenciones indebidas, torturas, enjuiciamientos falsificados, manipulación del sistema de justicia para perseguir y encubrir los delitos del dictador y sus cómplices, asesinatos, masacres sangrientas, genocidios, migraciones forzadas, exilio, asesinato de reputaciones, falsificación de noticias, y mas delitos probados públicamente y documentados por los medios de comunicación.
Este apretado resumen presenta la naturaleza de las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia -digitadas por Cuba- y puede ayudar a entender la razón de la acción típicamente castrista del dictador Maduro que agredió y continuará agrediendo la ayuda humanitaria: «son criminales, el hambre y la miseria de los pueblos es su negocio».