Observación de la OEA: ¿Aval al dictador en Bolivia o defensa de la democracia?

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(AFP)

(Infobae.com) Con Cuba, Venezuela y Nicaragua como dictaduras constatadas, el método castro-chavista de simular democracia para disfrazar sus dictaduras defiende su último fingimiento en Bolivia. Evo Morales aplica la estrategia transnacional en un país donde hace mucho tiempo no existe ninguno de los elementos esenciales de la democracia. Parte de este fraude son las «elecciones primarias» de 27 de enero a las que, por acuerdo firmado, la Organización de Estados Americanos (OEA) envía observadores, con los que Evo Morales legitimará su «candidatura nula». Está por verse si la observación de la OEA será un aval para el dictador o contribuirá al retorno de la democracia en Bolivia.

La Carta Democrática Interamericana (CDA)manda como «elementos esenciales de la democracia -entre otros- el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas ;y la separación e independencia de los poderes públicos».

El esfuerzo mas grande de política exterior y de propaganda de Evo Morales y su régimen -con grandes gastos, relacionistas públicos y cabilderos- es mantener la simulación de la imagen de democracia, una constante de las dictaduras del socialismo del siglo XXI o castro-chavismo, aplicada por Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, Daniel Ortega en Nicaragua  y los Castro/Diaz-Canel en Cuba.

En la simulación de democracia Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia usan elecciones como apariencia y al mismo tiempo como medio de manipulación de la voluntad y la soberanía del pueblo. Todas estas dictaduras han institucionalizado sistemas electorales fraudulentos como una dependencia del régimen para perpetuarse en el poder.

Un «sistema de dictaduras electoralistas» establecido para el fraude que prueba la ausencia de todos los elementos esenciales de la democracia. El fraude electoral está preparado antes del día de las elecciones en el que venden el ritual del voto.  Si el régimen pierde, solo modifican o desconocen el resultado usando leyes infames o fallos judiciales. Así sucedió en Venezuela y en Nicaragua por años, en Bolivia 2008, 2009, 2013-14, y se repite ahora cuando Morales se impone como candidato violando su Constitución y el referéndum de 21 de Febrero de 2016 que perdió porque Bolivia dijo NO mas reelecciones.

El Tribunal Constitucional del régimen prevaricó habilitando a Morales como candidato para el 2019 con el argumento de que es «su derecho humano». La maniobra de elecciones primarias salió del Poder Legislativo controlado e hizo que el Tribunal Electoral sometido reconozca como apto al candidato nulo. Los candidatos llamados de oposición que participan en las primarias están habilitando a Morales actuando de funcionales al propósito de la reelección del dictador.

Están en las primarias Evo Morales y su vicepresidente, ambos inhabilitados, pero únicos candidatos de su partido, o sea que no hay primaria con nadie.  Lo mismo sucede con los candidatos de los otros partidos, todos son candidatos únicos sin que nadie tenga oponentes, de manera que NO SON ELECCIONES, son nominaciones de candidatos paralelos únicos. Una farsa que solo sirve para que Morales se habilite para la elección general.

Se supone que el Secretario Almagro de la OEA haya sido informado de esta situación y que al firmar el acuerdo de observación de las elecciones primarias en Bolivia sepa que está enviando observadores a unas NO ELECCIONES, porque elegir es «escoger o preferir a alguien o algo». Escoger requiere opciones, pluralidad, que no existen en las primarias de Bolivia.

No se encuentra precedente de observación de elecciones primarias por la OEA. El Manual para las Misiones de Observación de la OEA define «elecciones democráticas» cuando son «inclusivas, limpias y competitivas y constituyen el medio de acceso a los altos cargos públicos». En términos de la CDA y del reglamento de observación, las elecciones primarias de Bolivia NO cumplen ninguna de las «condiciones básicas» porque participa Evo Morales un NO candidato, no se respetan los derechos de los votantes, no hay imparcialidad y no hay posibilidad de «elegir». Nadie compite con nadie, solo habilitan al dictador y su candidatura nula.

La OEA y sus observadores  se han puesto en la situación de avalar la dictadura informando a favor de la candidatura nula de Morales o contribuir al retorno de la democracia en Bolivia reconociendo que «no son ni elecciones, ni democráticas»