Con Juan Guaidó como Presidente Transitorio de la República y Nicolás Maduro como dictador en ejercicio del poder, presenciamos en Venezuela la lucha de la legalidad y la legitimidad contra la fuerza del crimen organizado. Se trata de la razón y la libertad del pueblo venezolano fundadas y respaldadas en el derecho nacional e internacional contra la consigna del grupo de delincuencia organizada transnacional liderado por Cuba, integrado por Bolivia y Nicaragua y sostenido por México Uruguay y El Salvador.
El Presidente Guaidó ya ha sido amenazado por el régimen que por medio de la fuerza quiere apresarlo para torturarlo y obligarlo a retractarse reconociendo al dictador, o hacer desaparecer al Presidente Transitorio. Las dictaduras castrochavistas ya han operado de esta manera en el pasado sin límite alguno en el crimen y la impunidad. Lo mismo pueden detener, torturar o asesinar. Son ejemplos, Osvaldo Payá en Cuba, la prisión, y tortura de Leopoldo López y miles de venezolanos, asesinatos, acusación y exilio de líderes políticos y cívicos en Bolivia y las masacres que realizan ahora en Nicaragua.
La dictadura de Venezuela es experta en la aplicación de los métodos castristas para someter, entre ellos el de “doblar al enemigo” que consiste literalmente en “inclinar, inducir a alguien a que piense o haga lo contrario a su intento de opinión o acción”. Las oposiciones al castrochavismo en Venezuela, Nicaragua, Bolivia están llenas de ejemplos de “doblados” ahora funcionales al régimen con discurso de oposición. En el caso del Presidente Guaidó este mecanismo criminal que incluye amenazas, sobornos, negociados, perdones y todo lo necesario, ya no es aplicable porque Guaidó ha cruzado la línea de no retorno.
No se puede dejar solo y expuesto al Presidente Transitorio de Venezuela y el tiempo apremia. Hay que contribuir a la “conformación efectiva del gobierno de transición” que ha pedido. Es necesario concretar acciones iniciales mínimas que sin carácter limitativo, podrían ser las siguientes:
1.- Conformación un gabinete de ministros de “unidad nacional” con la participación de todas las fuerzas políticas de Venezuela, partidos, movimientos y sectores incluido el exilio, que lo integren con sus mas altos representantes, de manera que quede clara la participación política y la decisión de compartir los riesgos personales con el Presidente Transitorio.
2.- Reconocimiento inmediato a Juan Guaidó como Presidente Transitorio de Venezuela por los gobiernos del Grupo de Lima, los miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, de los gobiernos democráticos del mundo y de organismos internacionales, fundamentalmente los de carácter económico como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el BID y otros para terminar con la ilegal representación que el dictador Maduro ejerce a nombre de Venezuela en esas instancias.
3.- Decisión pública de los países que reconozcan al Presidente Transitorio de que si éste lo pide pondrán bajo su mando unidades suficientes de sus fuerzas armadas, para garantizar la efectiva ejecución de la transición en caso de que los mandos de las FAN de Venezuela persistan en mantenerse asociadas y bajo órdenes del dictador Maduro.
4.- Un “plan de emergencia nacional” que incluya prioritariamente cuestiones de seguridad interna y acciones internacionales para la captura y enjuiciamiento del dictador Maduro y los integrantes contumaces de su régimen. Se pueden ofrecer inmunidades y reconocimientos a los funcionarios públicos y militares que de inmediato se pongan a la orden del gobierno de transición. Los cargos de quienes permanezcan bajo el mando de la dictadura serán declarados vacantes en un plazo no mayor de 24 horas.
5.- La Asamblea Nacional se declarará en sesión permanente por tiempo y materia en razón del interés nacional para aprobar las leyes y disposiciones necesarias para el sostenimiento y éxito del Gobierno de Transición.
Y cien cosas mas, incluida la convocatoria a elecciones limpias, libres y justas cuando se hayan repuesto las condiciones de democracia. Amanecerá y veremos….