(Infobae.com) La defensa de la libertad y la democracia está fundada en principios, valores y normas que aplicados a la realidad objetiva y la observación de los hechos brinda conclusiones que pueden ser de normalidad, crisis o inexistencia de democracia. Las Américas muestran desde hace mucho a detentadores del poder que además de haber liquidado la democracia, han instaurado dictaduras de delincuencia organizada transnacional. Los estados criminales que forman un consocio son Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
Los parámetros para calificar a un régimen como dictadura, a una dictadura como de crimen organizado y a un estado como criminal están dados por normas de vigencia universal y regional como la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Carta de Bogotá, el Pacto de San José, el Tratado de la Unión Europea, la Convención de Palermo, la Carta Democrática Interamericana y muchos mas, de vigencia obligatoria para los estados, gobernantes y ciudadanos.
En este contexto en mi columna «Diferenciar y separar la política del crimen organizado» publicada el 11 de Marzo pasado, afirmo y hoy reitero que: «La realidad de las Américas se agrava porque el castrochavismo demuestra que sus acciones y objetivos no son cuestión política y que corresponden íntegramente al ámbito del crimen organizado. La división entre países con democracia y bajo dictaduras es ya insuficiente. Los regímenes de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y el Ecuador de Correa, además de haber establecido gobiernos de facto concentrando todo el poder y sostenidos por la violencia, están en el ámbito de la delincuencia organizada transnacional«.
El orden de los estados bajo control criminal, Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua responde al tiempo histórico en que se inicia el régimen delictivo en cada uno de éstos. Cuba desde 1959 cumplirá 60 años con los Castro, Venezuela estableció el crimen organizado como régimen con Hugo Chávez en 1999, Bolivia lo hizo el 2006 con Evo Morales y 2007 Daniel Ortega empezó el control de Nicaragua.
Prueba de que son dictaduras es que violan todos los elementos esenciales de la democracia. Con perseguidos, presos y exiliados políticos, con crímenes, masacres y torturas como acciones de estado, sin libertad de prensa, sin estado de derecho, sin división ni independencia de poderes, con el poder judicial convertido en mecanismo de represión política, con las elecciones transformadas en fraude permanente para suplantar la voluntad y la soberanía popular y permanecer indefinidamente en el poder. La prensa internacional respecto a Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua da las características comunes de los detentadores del poder que regidos por Cuba están asociados en operaciones que van desde acciones de calle, de desestabilización y propaganda, caravanas, hasta violencia en foros internacionales como en la ONU con «diplomáticos» de Cuba y Bolivia agrediendo la intervención de Almagro sobre presos en Cuba.
Prueba que son delincuencia organizada transnacional son los presos políticos que hay en Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua con la misma metodología de dirección castrista. Cuba tiene mas de 120, Venezuela cerca de 500, Bolivia mas de 80 y Nicaragua mas de 300. Otra prueba son los exiliados cubanos y venezolanos que pueden contarse por millones, los bolivianos que de acuerdo a datos de ACNUR son mas de 1.200 y los nicaragüenses que aumentan cada día.
Más prueba de delincuencia organizada es el narcotráfico que señala como narco estados a Venezuela y Bolivia, la primera como eje de comercialización de la cocaína de las FARC y de los cocaleros liderados por Evo Morales que desde Bolivia han inundado la región y el mundo con droga producida con el aumento en mas de 20 veces de la producción de coca ilegal, la expulsión de la DEA y la «reivindicación política internacional» del narcotráfico proclamando como lo hizo Morales en la ONU el 2016 que «la lucha contra el narcotráfico es un instrumento del imperialismo norteamericano para oprimir a los pueblos».
Quienes no vean este escenario completo y excluyan a alguno de los «cuatro estados criminales» de análisis o declaraciones se equivocan o son víctimas de las permanentes acciones de penetración y encubrimiento que las dictaduras realizan en el mundo democrático, y deben una explicación.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy