En la situación actual la disputa en Venezuela ya no es ideológica ni partidista, es una lucha de múltiples sectores y liderazgos diversos e incluso disímiles por evitar que la Patria sea sometida y se disuelva con los venezolanos en ella. El conflicto general que existe en Venezuela no es la disputa entre izquierdas y derechas, ni entre marxistas y capitalistas, ni entre populistas, progresista o neoliberales, ni siquiera entre los que tienen y los que no tienen. Desde hace mas de un año, pero en los últimos tres meses con toda claridad, los hechos demuestran que el régimen no tiene ninguna legitimidad ni respaldo popular y que ejerce el poder como un consorcio criminal.
Con un rechazo al dictador de aproximadamente el 90% de los ciudadanos y con el pueblo permanentemente movilizado en las calles, la respuesta de la dictadura es la violación diaria de los derechos humanos con el uso de técnicas y personal del castrismo cubano y transnacional que ejercen opresión y barbarie. Entre los que sienten e integran el alto rechazo que está muy cerca de ser total, están obviamente los venezolanos miembros de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Nacional, de los organismos de seguridad, de la estructura política del régimen incluyendo medios y altos niveles, de la propaganda oficial, funcionarios públicos con competencias, incluso los carceleros de los presos políticos, miembros del chavismo y obviamente los venezolanos que se beneficiaron con la prebenda demagógica pero políticamente efectiva del régimen que ahora agoniza y que en un momento lo apoyaron.
Hay un grupo importante de venezolanos que están “atrapados en el oficialismo”, obligados a una posición vergonzosa, forzados a tolerar o defender algo en lo que ya no creen y respecto a lo que incluso ya están en contra. Hay claros –pero sin embargo aún pocos- ejemplos de venezolanos que se han convertido a la defensa de la Patria, de la libertad, de la soberanía y de la independencia de Venezuela, entre los que podemos anotar a los 123 militares presos por la dictadura (ciertamente son mas), a la Fiscal General Luisa Ortega y su entorno, a Oscar Pérez el piloto del helicóptero ahora acusado de golpe de estado y…….quien sabe cuantos mas, al punto que Maduro esta pidiendo “absoluta lealtad” a los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, ante “posibles fisuras” que en realidad son insalvables abismos.
Quienes siendo parte del gobierno y/o del aparato estatal de Venezuela han mutado a la defensa de su Patria, son conversos. No se trata de un cambio ideológico, aunque individualmente son libres de optar por ello, pero evidencia un cambio a la posición histórica correcta. Ser converso no es malo ni ignominioso, se trata de una cualidad, es señal de libertad, de inteligencia, es una decisión fundada en su mejor interés y en la realidad que hoy en Venezuela hace imposible seguir apoyando o formando parte -por acción u omisión- de la dictadura. Converso es sinónimo y acción de “cambio” y cuando se opera para defender los valores fundamentales y la independencia de la Patria, beneficia a toda la sociedad y debería ser auspiciada y garantizada.
Es importante aclarar que la conversión es totalmente diferente a la traición. Traición es el acto “que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener”. En Derecho es “el delito cometido por el civil o militar que atenta contra la seguridad de la Patria”. Se entiende por “alta traición” la cometida “contra la soberanía, el honor, la seguridad y la independencia del Estado”. Un elemento esencial de la traición es el “beneficio propio como motivación o consecuencia” del acto que implica la traición. Por definición y por sus acciones Maduro es el principal traidor a la Patria que con su su entorno represor, narco vinculado, corrupto y entreguista no tendrán impunidad, pero para que esto suceda deben perder el poder y eso se logra facilitando a todos quienes los rechazan que culminen su conversión.
La historia está llena de grandes personalidades que fueron conversos. En el ámbito de la religión por ejemplo, Judas Iscariote fue un traidor y San Pablo el gran converso que impulso al cristianismo como un movimiento universal. Pablo de Tarso o Saulo de Tarso, hoy San Pablo para los católicos, origen de la Teología Pauliana, de la justificación de la fe para los cristianos, era el judío-romano que perseguía a los discípulos de Jesús, incluso presentado como responsable de la lapidación de Esteban, se convirtió y es considerado el Apóstol de los Gentiles.
Simón Bolívar el Libertador cuya imagen fue utilizada y trató de ser emulada por Hugo Chávez en la formulación de su proyecto al que en determinado momento llamó “movimiento bolivariano”, con cuyo nombre rebautizó a Venezuela y muchas de sus actuales instituciones, fue otro converso. Nació realista, criollo español y se convirtió a la lucha por la libertad de los pueblos de América después del 5 de julio de 1811 fecha en que se proclamó la independencia de Venezuela incorporándose como Coronel al ejercito del Libertador Francisco de Miranda; como la mayoría de los oficiales y generales de los ejércitos libertadores, Bolívar fue originalmente un militar de la Corona Española convertido en luchador por la libertad y la independencia.
Winston Churchill el político y estadista británico reconocido como uno de los grandes líderes del triunfo de la democracia sobre el nazi fascismo en la Segunda Guerra Mundial, empezó su carrera política en 1900 siendo conservador y en 1904 “cruzó la sala del Parlamento y se sentó en la banca de los liberales” con los que llegó a ser Primer Lord del Almirantazgo, Ministro de Armamento, Ministro de Guerra y Ministro del Aire. Este extraordinario personaje, dos veces converso, fue electo al Parlamento en la lista conservadora en 1924 y un año mas tarde se incorporó nuevamente al Partido Conservador ocupando varios ministerios hasta que fue Primer Ministro en 1940.
Actualmente, es muy conocido y recomendado el libro “Diálogo de Conversos” en el que sus autores Roberto Ampuero y Mauricio Rojas, con prologo de Mario Vargas Llosa, presentan su historia de jóvenes chilenos militantes comunistas de fines de los 60 y principios de los 70, luego exiliados en la dictadura de Pinochet y que son “conversos” porque por convencimiento propio salieron del dogma comunista hasta convertirse en liberales. Como lo describe el mismo Mauricio Rojas “nuestro recorrido desde la desmesura de la utopía redentora a la sobriedad del pensamiento liberal es parte de un gran fenómeno, no solo latinoamericano sino mundial”.
Y que decir de Eduardo Galiano, converso o no?….quien en la Bienal del Libro y la Lectura de Brasilia, 43 años después de la primera edición de su libro “Las Venas Abiertas de América Latina” afirmó que «no sería capaz de leer el libro de nuevo«, y agregó que «esa prosa de izquierda tradicional es pesadísima«, dijo que cuando escribió el libro «no tenía la formación necesaria», y que si bien no está «arrepentido de haberlo escrito», calificó como «una etapa que está superada”. “No tenía conocimientos de economía ni de política cuando lo escribí” sentenció.
Así las cosas, convertirse y cambiar al lado de la razón, de la justicia, de la defensa de los derechos fundamentales, de la democracia, es lo que casi el 90% del pueblo venezolano ya ha hecho con su repudio al dictador Maduro y su régimen. Por eso, el desafío inmediato para derrotar a la dictadura y recuperar la libertad, la soberanía nacional y la democracia en Venezuela, es facilitar, atraer y alentar a los conversos a actuar sin miedo a favor de la gran causa de la Patria en la que silenciosamente ya militan.
*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy