Carlos Sánchez Berzaín
22 de agosto de 2016
(Diario Las Américas) Los regímenes no democráticos de América Latina han inaugurado en Bolivia la “Escuela Militar Antiimperialista”, que recoge públicamente e institucionaliza el dogma de la dictadura de Cuba como base ideológica de los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Los gobiernos de los Castro en Cuba, de Maduro-Padrino en Venezuela, de Morales en Bolivia, de Correa en Ecuador y de Ortega en Nicaragua han hecho público su control político de las fuerzas armadas de sus países, han desafiado y despreciado nuevamente a las democracias del mundo, amenazan y dan otra prueba de que son dictaduras.
Los objetivos públicamente difundidos de la Escuela Militar Antiimperialista declaran que su creación responde a: “la necesidad de promover ideas, estudios y debates para construir un pensamiento que enfrente el dominio cultural, ideológico, político y económico del imperio y sus estructuras capitalistas”; que “busca desarrollar una doctrina de defensa del país, de la región y el continente”; que “se quiere abrir un espacio institucional de discusión y construcción del pensamiento anticolonialista, antiimperialista, anticapitalista de las Fuerzas Armadas y los movimientos sociales”; que “se busca alternativas políticas y económicas que no sean de imposición de un modelo de libre mercado dirigido por la dictadura capital”; y que “se busca conocer la naturaleza del imperio…”
Además de los citados objetivos, han presentado los “lineamientos” para su escuela antiimperialista afirmando: que “el pensamiento anti imperial debe ser para integrar los bloques estratégicos..”; que “las Fuerzas Armadas deben defender de cualquier intervención y asumir la agresión contra uno de los pueblos como agresión de todos”; que “NO SE COMULGA CON EL LIBRE MERCADO NI CON LAS DEMOCRACIAS LIBERALES, ya que la competencia salvaje permite que los fuertes se coman a los débiles”…….Es necesaria mayor confesión o declaración de propósitos?
Como si no fuera suficiente, resumiendo los objetivos y lineamientos de la escuela antiimperialista, el objetivo estratégico y político de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, el anfitrión Evo Morales ha destacado que “para que este sueño se cumpla necesitamos descolonizarnos y luchar para que no existan imperios”, mencionando también que “los medios de comunicación se han convertido en un arma de guerra de ideologización imperial”. Lo que viniendo de un jefe de estado que representa la política militar de todo el grupo del socialismo del siglo XXI, además de un acto de reafirmación dictatorial, de absoluto desprecio a la libertad y a la democracia, es simplemente “una declaración de guerra” a las democracias, a la libertad de prensa, al derecho de propiedad, en suma contra los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Se trata de un asunto muy serio y de amenaza real, no solamente contra la democracia sino contra la paz y la seguridad internacionales para cuya protección y mantenimiento han sido creadas la Organización de Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y todos los organismos regionales y especializados del sistema internacional. Además del repudio público e institucionalizado a la democracia, además de renegar del propósito y contenido de la Carta Democrática Interamericana, se ha producido la reincidencia en la ruptura del orden democrático al reiterar el sometimiento de las Fuerzas Armadas al poder político eventual mostrando la inexistencia del “estado de derecho”.
En cuanto al “Imperio”, obviamente se trata de los Estados Unidos de América contra quien la dictadura castrista en Cuba tiene este discurso desde hace 57 años y lo sostiene y promueve aún terminada la guerra fría. Ahora vemos un concepto ampliado a toda la región latinoamericana con pretensiones de alcanzar al mundo. Se trata de amenazas para terminar con a las “democracias liberales”, con el “libre mercado”, con “la libertad de prensa”, con “la libertad”, en un marco militarizado donde el dictador del estado plurinacional de Bolivia –a nombre de todo el socialismo del siglo XXI- ha puesto en marcha la etapa frontal de agresión, junto con el general Padrino de Venezuela y los mas altos representantes del poder político militar de las cinco dictaduras de América Latina.
Coincidencia o no, en días más llegará en visita a estos mismos gobiernos y países –Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua- el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán; Irán sostiene similares objetivos y argumentos que los establecidos en la Escuela militar antiimperialista; en el mismo edificio de la escuela antiimperialista en Bolivia, construido para la escuela militar al Alba, ya estuvo el año 2011 como Ministro de Defensa de Irán el general Ahmad Vahidi, buscado por Argentina por los atentados de Amia; el narcotráfico generado en Venezuela y Bolivia parece ser uno de los principales motores económicos del terrorismo de origen islámico; un barco con bandera boliviana ha sido capturado con droga con destino al terrorismo……
La democracia no puede ser inerme, no puede permanecer indefensa mientras públicamente las dictaduras tratan de legitimar su discurso de violencia, confrontación y violación de los derechos humanos y de mantenimiento de la paz y seguridad internacionales. Las dictaduras de América Latina son política y económicamente inviables, son un fracaso, están en crisis y van de salida, los dictadores saben que perderán el poder y temen responder por sus crímenes y corrupción, y por eso afinan y buscan institucionalizar cada vez más el recurso de la violencia. La Escuela Militar Antiimperialista es una señal mas de dictadura y de pública amenaza contra todos los países democráticos y ciudadanos libres de la región y del mundo.