Confiesan manipulación de la justicia para reelección de Morales

CARLOS SÁNCHEZ BERZAINCOLUMNISTA

jue sep 26 2013 20:53

Gualberto Cusi, un boliviano -que viste poncho y sombrero- miembro del Tribunal Constitucional Plurinacional creado por el propio Evo Morales como parte de su Estado Plurinacional con el que sustituye la República de Bolivia, ha declarado esta semana que “ la manipulación política en la justicia permitió al presidente Evo Morales avalar su tercera postulación para la reelección en las elecciones generales de 2014”. Según Cusi “la mejor salida legal para este caso hubiera sido la reforma de la constitución política mediante un referéndum que ponga a consideración de la ciudadanía si aceptan o no la tercera postulación del también presidente de las seis federaciones cocaleras del trópico de Cochabamba”.

Esto es nada menos que la confesión pública de uno de los propios jueces de Evo Morales, reiterada ante todos los medios de comunicación, de que Morales manipuló la justicia para cometer el primer acto del extenso fraude electoral con el que Morales pretende reelegirse el próximo año. Pero además, esta declaración es una muestra adicional de la corrupción que como política de estado caracteriza al gobierno de Morales como a todos los gobiernos dictatoriales del proyecto del socialismo del siglo XXI.

Además del efecto en el tema electoral, la declaración de Gualberto Cusi es la demostración final –si alguna faltaba- de que la justicia en Bolivia es solamente un instrumento mas del aparato político. La justicia boliviana le sirve a Morales para perseguir, encarcelar y exiliar a quienes considera sus enemigos políticos, le sirve para amedrentar a la ciudadanía en general y mantenerla alejada de la política y del control al gobierno, le sirve para encubrir la mega corrupción gubernamental y le sirve para simular legalidad cuando en verdad comete fraude.

La reacción contra Cusi, vino del partido de Morales cuyos voceros lo llenaron de insultos, pidieron su renuncia y anunciaron “juicio de responsabilidades”, esto es que amenazan someter a su juez a un proceso en el que como todos los acusados por Evo Morales y su gobierno, ya está condenado de antemano. Tal vez no hayan decidido aún la pena, pero ya está sentenciado.

Los miembros del Tribunal Constitucional se han apresurado a ratificar su resolución (lo que es otro acto de confesión, porque si vale no tiene razón ratificarla), pidiendo además por medio de su presidente el juicio de responsabilidades contra Cusi por “incumplimiento de deberes”, seguramente porque en opinión de estos jueces es deber de su colega el cumplir como ellos han hecho las instrucciones políticas del gobierno.

Al defenderse de las amenazas gubernamentales Cusi declaró “no haber hecho nada ilícito al calificar de arbitraria e ilegal la candidatura a la reelección de Evo Morales” y pidió que se respete su derecho a opinar. Al parecer el juez no recuerda lo que en el gobierno de Morales les ha pasado a periodistas, políticos, indígenas, cívicos, obreros, empresarios, jueces, abogados y ciudadanos bolivianos que hicieron uso de su derecho de libre expresión.

Es posible que Gualberto Cusi pase a formar parte de los perseguidos, presos o exiliados políticos bolivianos, e incluso de los muertos por el gobierno de Evo Morales, o es posible que no pase nada. Mientras tanto, en Nueva York ante las Naciones Unidas el dirigente cocalero y dueño del estado plurinacional se llena la boca de frases de justicia, libertad, antiimperialismo, derechos humanos, coca, ….señalando a países democráticos en los que un caso de corrupción como este lo hubiera echado hace tiempo del poder.

​El autor es abogado y politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy.