Ignacio Villa Vargas es uno de los 38 imputados por terrorismo y separatismo que se ha convertido en una especie de caja de sorpresas. Ayer, en la víspera de su declaración en el juicio oral, denunció que «todos los días recibe propuestas y emisarios del Ministerio de Gobierno», con la intención de negociar y que «hunda» a los procesados.
Propietario del restaurante «El Viejo terrorista», en la cárcel de Palmasola, Villa relató ayer que hasta su local han ido a ofrecerle su libertad, a propósito de una audiencia que se celebrará este miércoles a las 15:30 y «que pida lo que quiera» a fin de dar un testimonio favorable al Gobierno.
Rechazo. Villa Vargas, quien inicialmente fue presentado por el Gobierno como «testigo estrella», dijo ayer que no ve por qué tengan que necesitar su testimonio para condenar a los implicados, cuando si es que dicen que tienen pruebas, lo que deben hacer es presentarlas.