LOS TIEMPOS | Cochabamba – Bolivia Jueves, 20 de septiembre de 2007
La Paz | Agencias
El ex ministro de Gobierno Carlos Sánchez Berzaín pidió, ayer, que el juicio instaurado en su contra y el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, por los sucesos de octubre de 2003, sea ampliado al actual presidente Evo Morales y otros actores sociales que promovieron los sucesos luctuosos de octubre de 2003.
Sánchez Berzaín rompió ayer un silencio de al menos dos años después de la caída de Sánchez de Lozada, en octubre de 2003, al declarar a radio Fides, ayer por la mañana, desde Miami, Estados Unidos, donde reside hace cuatro años. El ex ministro reiteró que no retornará al país porque no tiene garantías para un juicio justo y se considera un perseguido político.
El ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada tampoco estaría dispuesto a volver a Bolivia, «porque teme por su vida», según dio a conocer el ex ministro y yerno del ex mandatario, Mauricio Balcazar, desde Washington, ayer en una entrevista con la agencia EFE.
«El Gobierno movilizaría a gente para que él no llegara al juicio», dijo al anotar que al actual presidente, Evo Morales, no quiere que se descubra lo que pasó realmente en los disturbios de octubre de 2003, que forzaron la salida del país y del poder de Sánchez de Lozada.
«El acusador en este tema es uno de los actores, su nivel de participación lo tendrá que definir el juez, pero ¿hay un juez en Bolivia que se anime a investigar a Evo Morales?, primero no puede hacerlo porque tiene un decreto de amnistía, segundo, de tres o cuatro años a esta parte que han sucedido los hechos no se tomó una sola declaración a ninguno de los denominados actores sociales», manifestó por su parte el ex ministro.
«En el tema de octubre de 2003 no hay uno, dos ni tres responsables de parte del Gobierno. Hay responsabilidades políticas, que yo estoy dispuesto a asumir; no responsabilidades penales, empezando de la gente que promovió la sedición y la conspiración, porque la gente que estaba en el Gobierno tenía la obligación de defender el orden establecido», remarcó Sánchez Berzaín.
Afirmó que toda la verdad legal histórica debe ser aclarada y expresó que por los hechos suscitados, «todos tienen algo de que arrepentirse».
Una burla
Ante las declaraciones del ex ministro de Gobierno, el actual titular de esa cartera, Alfredo Rada, garantizó la seguridad de Carlos Sánchez Berzaín, si actúa consecuente con sus declaraciones y retorna a Bolivia para asumir su defensa por las acusaciones que pesan en su contra por la masacre de octubre de 2003.
«El Gobierno le otorga todas las garantías y seguridades para su integridad física en Bolivia, le pedimos al señor Sánchez Berzaín que retorne voluntariamente, que no espere a ser extraditado», sostuvo Rada.
El reclamo de Sánchez Berzaín, por otra parte, fue calificado como una «cobardía» por el portavoz de Gobierno, Alex Contreras, quien dijo que Sanchez Berzaín y Sánchez de Lozada deben ser extraditados desde Estados Unidos para responder por las 63 muertes ocurridas en 2003.
El Gobierno negó que Sánchez Berzaín sea un exiliado político en Estados Unidos, por lo que le ofreció un avión privado para que regrese voluntariamente a Bolivia antes que sea extraditado, en mérito al juicio de responsabilidades instaurado en 2004, tras la autorización del Congreso de entonces.
Rada calificó de «burla al país» la sorpresiva reaparición de la ex autoridad, quien por la mañana se comunicó, vía telefónica, con una radioemisora de alcance nacional, más aún cuando tiene información de que lleva «una vida de lujos y comodidades en Miami».
Balcazar acusa a Morales
Washington | Efe
El ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada ha estado tentado a volver a La Paz para defenderse de la acusación de genocidio, pero teme por su vida, manifestó Mauricio Balcazar, que fue su principal asesor político en sus dos mandatos.
En la entrevista, Balcazar -yerno del ex mandatario- que salió de Bolivia en marzo de 2006 tras sufrir dos intentos de secuestro, acusó a Morales de «agitar» los disturbios de 2003 y pidió una investigación imparcial de los hechos, que según él, no se ha realizado hasta ahora.
«Nunca vamos a saber la verdad. Muchos no quieren que se sepa, Evo Morales entre ellos», dijo.
«Nunca hubo una orden de matar», se defendió Balcazar y dijo que la decisión de sacar al ejército a las calles fue una medida de último recurso.
Balcazar replicó que el procedimiento carece de validez. «El pedido de extradición no tiene ni pies ni cabeza. Se han violado todos los procesos. Esto no es un juicio, esto es una persecución política», dijo.
«Y el gran perseguidor aquí se llama Evo Morales», añadió.
El yerno de Sánchez de Lozada no quiso describir la vida que lleva el ex mandatario en su exilio. Sólo declaró que reside «legalmente» en Estados Unidos.
Desde que el ex presidente está en Estados Unidos, aparentemente en el estado de Maryland, ni el departamento de Estado ni el de Justicia se han puesto en contacto con él, según Balcazar.