EL DIARIO | Bolivia, 20 de septiembre de 2007
• Instituciones, dirigentes y políticos exigen que ex Ministro asuma su defensa en el país.
El ex ministro Carlos Sánchez Berzaín afirmó ayer que no es prófugo de la justicia boliviana y se declaró un perseguido político.
Personeros del oficialismo y la oposición, representantes de instituciones y dirigentes, consideran que la ex autoridad debe retornar al país para asumir su defensa por las acusaciones que pesan en su contra, por los hechos de octubre de 2003.
“No soy prófugo de la justicia boliviana y eso debería aclararse. Lo que está pasando en este Juicio de Responsabilidades es que han convertido este juicio en una persecución política. Yo soy un exiliado político, un perseguido político”, afirmó Sánchez Berzaín, en una entrevista con radio Fides.
De esta manera se refirió al Juicio de Responsabilidades que le siguen en el país por genocidio, en los hechos registrados en los meses de septiembre y octubre de 2003, dejando el saldo de 67 muertos y más de 400 heridos.
Para el Defensor del Pueblo, la Central Obrera Boliviana (COB), y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), las declaraciones del ex ministro Sánchez Berzaín se constituyen en una burla, una ofensa hacia la justicia y las víctimas de la masacre de octubre de 2003.
Entretanto, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, dijo que Sánchez Berzaín no es un exiliado político, sino “un hombre que tiene una deuda pendiente con la justicia boliviana”. Además, añadió que si el ex colaborador de Gonzalo Sánchez de Lozada actúa consecuente con sus declaraciones y retorna al país para asumir su defensa por las acusaciones que pesan en su contra, su seguridad estará garantizada.