LOS TIEMPOS | 13/09/2011
Por: Carlos Sánchez Berzain
Carlos Mesa ha publicado el domingo 4 pasado un artículo titulado “Sobre el juicio de octubre”, en el que respalda la írrita sentencia dictada por los tribunales de justicia de Evo Morales contra los miembros del Alto Mando Militar y dos exministros del gobierno del presidente Sánchez de Lozada. Trata de justificar los decretos de amnistía (27134 y 27237) que firmó para perdonar a los causantes, responsables y ejecutores de los hechos luctuosos que en octubre de 2003 dieron a Mesa –su traición por medio- la Presidencia de la República.
Sobre la sentencia, lo que hace Mesa es respaldar el resultado totalmente antijurídico y violatorio de los derechos humanos del tribunal de Evo Morales. Lamenta la sentencia contra el Almte. Aranda al que califica como militar de honor y ejemplo de respeto institucional, pero a quien con la amnistía y acciones en este proceso ha mandado premeditadamente a la cárcel. Todos los miembros del Alto Mando hoy convertidos en “presos políticos”, han sido siempre militares de honor y ejemplo de respeto institucional, no porque Mesa lo diga sino porque son generales de la democracia, con servicios impecables, que defendieron al país, no mataron ni mandaron a matar a nadie, actuaron de acuerdo a su competencia constitucional, bajo la autoridad y responsabilidad del poder político democráticamente establecido.
Es un “linchamiento” anunciado desde la acusación hecha por Evo Morales, con quien Mesa pactó la denominada “agenda de octubre” para llevar adelante el juicio contra las autoridades derrocadas. La Corte Suprema rehusó dar curso al trámite y fue la presión del gobierno de Mesa la que impuso remitir los antecedentes al Congreso. La Comisión de Fiscales responsable de la investigación rechazó la proposición acusatoria y querellas porque no encontró materia justiciable valorando los decretos de amnistía sólo para los agresores del orden público, y los miembros de esta Comisión fueron suspendidos y procesados por el Fiscal General y el Fiscal de Distrito designados por Carlos D. Mesa; disolvieron esta comisión y formaron otra para producir una sentencia de culpabilidad. Mesa omite el detalle que el pleno del Congreso Nacional rechazó la acusación por mayoría y él, Carlos D. Mesa, desde el Palacio de Gobierno, forzó ilegalmente una segunda votación (el caso estaba terminado) haciendo incluir a todo el gabinete y a los miembros del Alto Mando.
La opinión pública se da cuenta que el juicio ha sido urdido por Carlos D. Mesa y Evo Morales para tapar sus crímenes; así lo pactaron en la “agenda de octubre” y los decretos de amnistía son parte del pacto. Sin el desprestigio público del presidente derrocado y de los miembros de su gobierno, la traición y conspiración de Mesa se hacen evidentes y los crímenes cometidos para el derrocamiento encontrarán sus autores nacionales y extranjeros liderados por Evo Morales.
No se da amnistía a un inocente, la amnistía es admisión de la comisión de delitos. Ignorando deliberadamente esta verdad Mesa trata de justificar sus decretos como “una decisión política” con dos falsos argumentos: “contribuir a la pacificación del país” y “neutralizar la arbitraria Ley 2494 del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana promulgada en agosto de 2003”. Sobre esto, el Vicepresidente de Goni olvida deliberadamente:
1.- Que la convulsión social fue promovida en el occidente del país, iniciada por Evo Morales, quien rompió en agosto de 2003 el dialogo nacional propiciado por la Iglesia Católica. Los hechos de violencia hicieron crisis en septiembre con el secuestro de turistas nacionales y extranjeros en Sorata y la emboscada armada a la columna de evacuados en Warisata. Más de dos tercios del territorio nacional nunca estuvieron en conflicto, de donde “pacificación de país” es sólo un pretexto; prueba de ello son los lugares de los muertos y heridos con los que Evo y Mesa hacen política hasta ahora.
2.- La Ley 2494 del Sistema de Seguridad Ciudadana fue redactada y aprobada en julio y agosto de 2003 por Mesa, entonces Vicepresidente de la República y Presidente del Congreso. Es una ley tramitada y sancionada bajo la presidencia legislativa de Mesa. Si consideraba que era una ley arbitraria ¿por qué no se opuso a su tramitación, por qué la aprobó y mandó al Ejecutivo para su promulgación?… ¿que cambió de agosto a octubre de 2003?
3.- El DS 27234 de 31 de octubre de 2003 de Mesa, establece: “Artículo 2 (AMNISTÍA) .I.- Se decreta amnistía para TODOS LOS DELITOS comprendidos en la Ley 2494 de 4 de agosto de 2003 –Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana- con relación a las acciones realizadas a partir del momento de vigencia de la ley y hasta el momento de entrada en vigencia del presente Decreto Supremo”. Esta ley no introdujo nuevos tipos delictivos, agravó las penas. TODOS LOS DELITOS de dicha ley son “instigación pública a delinquir, evasión, fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas, asfixiantes, atentado contra la seguridad de los medios de transporte, atentados contra la seguridad de los servicios públicos, lesiones gravísimas, lesiones graves y leves, lesión seguida de muerte, robo, robo agravado y extorsión”. Si se lee la descripción de estos delitos, ¿cómo Mesa puede sostener –confesando su felonía- que tenía que perdonar delitos comunes para pacificar al país y perdonar sólo a quienes crearon las condiciones para que él llegue a la Presidencia? ¿No se da cuenta que al defender este perdón está mostrando su propio interés en la amnistía? ¿Se ha olvidado –además- de los muertos en su gobierno?
Si el propósito es el encubrimiento mantengan la amnistía. Si son capaces de enfrentar la verdad Morales debe derogar los decretos de amnistía de Mesa. ¡No es difícil entender la diferencia!