LOS TIEMPOS | Cochabamba – Bolivia Miércoles, 26 de septiembre de 2007
EEUU | Efe
El ex ministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, denunció ayer en Miami una campaña de Cuba y Venezuela para «desestabilizar» las democracias en Latinoamérica y forjar un modelo de «régimen totalitario» bajo la horma venezolana.
«Asistimos a una acción política de carácter regional», en la que «Cuba pone la tecnología y (el presidente de Venezuela), Hugo Chávez, el dinero», con el fin de «desestabilizar» la democracia en Latinoamérica, dijo ayer Sánchez Berzaín.
En ese sentido, afirmó que el presidente «Evo Morales, y su gobierno están subordinados a la voluntad de Chávez», que «reparte dinero abierta y directamente entre los alcaldes y las Fuerzas Armadas» del país.
Sánchez Berzaín, que fue ministro con Gonzalo Sánchez de Lozada y es reclamado por la justicia boliviana, que se propone pedir a EEUU su extradición, indicó que «la toma» de Bolivia era uno de los proyectos medulares de Cuba en los años 60, un plan que el fracasado intento revolucionario del Che Guevara en 1967 echó por tierra.
Asimismo, Sánchez Berzaín reiteró unas declaraciones previas en las que afirmó que Chávez «financió a Evo Morales» en 2003 para derrocar a Sánchez de Lozada y «ha seguido financiando sus movimientos populares» y «parte, sino la totalidad, de su campaña electoral de 2005».
El Gobierno negó el lunes pasado tales acusaciones y las calificó de «cobardía».
En una conversación telefónica con Efe, Sánchez Berzaín ratificó hoy, sin embargo, que Chávez «cooperó y financió» las protestas de 2003, un movimiento de «conspiración y sedición» que, a su juicio, lideró el entonces diputado Evo Morales.
«Yo acuso al político, no al actual presidente de Bolivia, acuso a Evo Morales, diputado entonces, de organizar y participar en un proceso de sedición» financiado por Venezuela contra el legítimo gobierno, aseveró.
Según Sánchez Berzaín, es «definitiva» la participación de Chávez en un «proceso preparado y premeditado» que derrocó a «un gobierno democráticamente elegido».
Insistió en que el entonces líder cocalero Evo Morales se trasladó en «varias oportunidades» a Caracas (Venezuela) para, «amparándose en su condición de diputado», introducir «directamente» en Bolivia el dinero con que Chávez financiaba el «ataque» de los «conspiradores y violentos» al gobierno de Sánchez Lozada.