DIARIO DE LAS AMERICAS | 4 de Diciembre del 2009
Carlos Sánchez Berzain*
Cuando este domingo 6 de diciembre se cumplan las “elecciones de Evo”, con la “constitución de Evo” y se consolide la “mayoría absoluta de Evo”, se habrá pasado el punto de no retorno que liquida la democracia en Bolivia, el proyecto de Castro y Chávez para América Latina se habrá anotado un triunfo vital en su diseño de intervención autoritaria. El festejo mas importante será sin duda en Caracas y La Habana y el mismo momento comenzará en Bolivia el segundo tiempo del amedrentamiento, persecución, crimen y exilio que Evo Morales proporciona al país desde que se inició como dirigente cocalero y que ha intensificado en su gestión presidencial.
Las elecciones generales en Bolivia deberían celebrarse el próximo año, el 2010, para elegir un nuevo presidente porque la Constitución no permitía la re elección. Las elecciones de este 2009 son el resultado de varios años de maquinaciones, ruptura constitucional e institucional, destrozo deliberado del sistema de partidos políticos, persecución de lideres políticos y opositores, criminalización de la actividad política por medio de juicios, exilio, amenazas, cohecho, corrupción, masacres y violencia producidas por Evo Morales con la directa intervención de Venezuela y Cuba para aplicar en Bolivia la franquicia autoritaria del Alba. (Alternativa Bolivariana para America Latina y el Caribe)
La democracia boliviana se fue acotando progresiva y sostenidamente desde el derrocamiento del Presidente Sánchez de Lozada en octubre de 2003, que fue el primer paso estratégico que el proyecto autoritario transnacional ejecutó para apoderarse de Bolivia, décadas después del fallido intento guerrillero auspiciado –con el mismo propósito- desde La Habana. Cuando Evo Morales llegó al poder, la intervención cubano-venezolana se hizo directa y la franquicia autoritaria empezó a ejecutarse implacablemente hasta conseguir la sustitución de la Constitución.
La sustitución constitucional (porque no fue reforma), solo pudo producirse violando todo el ordenamiento jurídico boliviano, al punto que se llevó a referéndum un texto que nunca había pasado por las manos de los constituyentes. Las masacres de Cochabamba y Sucre, confrontaciones , movilizaciones cocaleras, juicios de responsabilidades a todos los ex presidente vivos y ministros, extorsión, talegazos, amenazas desde el gobierno, y la entrega bajo esas circunstancias de los votos controlados por Jorge Quiroga y Samuel Doria Medina, posibilitaron que Evo tenga su constitución. (preparada por el mismo bufete de abogados de Valencia-España, que hicieron las constituciones de Venezuela y Ecuador).
El proceso electoral de 2009 está marcado por el fraude: el llamado padrón biométrico que solamente facilita la trampa a favor de la candidatura de Evo; una campaña millonaria para el candidato oficialista, con control de medios de comunicación y atentados permanentes a la libertad de prensa; control sindical cocalero para evitar el desplazamiento de candidatos de oposición; voto comunitario inducido desde el gobierno; flagelaciones a opositores como la perpetrada contra el dirigente indígena Marcial Fabricano; enjuiciamiento criminal de candidatos opositores desde el gobierno; asesinatos y creación de conspiraciones para incriminar opositores como la producida en Santa Cruz; ausencia de control de constitucionalidad por el vaciamiento del Tribunal Constitucional por amenazas del propio Evo; cortes electorales amenazadas y subordinadas al gobierno; encarcelamiento y silenciamiento del Prefecto de Pando y luego candidato a la vicepresidencia del frente opositor; y la declaración publica del propio Evo de que mandará a la cárcel a su principal contrincante electoral Manfred Reyes, son entre otros, elementos que no se conocen en el mundo, o que si se conocen no parecen haber llamado la atención sobre esta forma “peculiar de acción política” que ya no se puede llamar democracia.
Como corolario, el propio Evo Morales declaró esta semana que luego de las elecciones tendrá los dos tercios del senado “para nombrar y controlar la Corte Suprema de Justicia y el Tribunal Constitucional”. Esto es que después del domingo 6 de diciembre tendrá “el poder total”.
Es tan grave la situación que uno de los fundadores del partido de Evo, el dirigente minero y ex senador Filemón Escobar, acaba de declarar que luego de estas elecciones Evo Morales constituirá un “estado estalinista” donde Evo eliminará a todos su opositores.
Mary O’ Grady desde su columna del Wall Street Journal ha escrito que esta elección es el “fin de la democracia boliviana” …….. Esta es la situación de Bolivia, que parece no importar al mundo, desde hace varios años.
*Abogado constitucionalista, master en ciencia política, ex ministro y parlamentario boliviano.