Univision | Fecha: 09/07/2011
GERARDO REYES
greyes@univision.net
El narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán, ha sacado provecho del ambiente de corrupción y complicidad que se vive en Bolivia para ampliar el horizonte de sus negocios y enviar a uno de sus hijos a este país, según documentos de inteligencia del gobierno boliviano obtenidos por Univisión Investiga.
El panorama de narcoestado boliviano que se describe en los reportes, muestra una febril actividad de los carteles de Sinaloa, Norte del Valle de Colombia y Primer Comando Capital de Brasil en el país andino
«El hijo del Chapo estaba en la escuela de pilotos en Santa Cruz y se estrelló en plena ciudad. Esto fue el año pasado, estaba registrado con nombre boliviano», dice uno de los reportes.
En otro reporte un detective asegura que El Chapo «está trayendo 150 hombres para armar un grupo irregular y están creando una escuela de sicarios en Santa Cruz que ya está funcionando».
Los detectives no identifican al hijo de El Chapo, pero la presencia del narco mexicano en Santa Cruz, la segunda ciudad en importancia de Bolivia es un secreto a voces, según lo reconoce un narcotraficante brasilero que operaba en esa ciudad.
«Sí, se escuchaba hablar que ese tipo, que era el que salía en la tele, en fotos, que era uno de los más ricos del mundo…que estaba en Santa Cruz, decían que estaba en una propiedad», explicó en una prisión de Brasil, Maximiliano Dorado, condenado por narcotráfico. «Nunca supe ni en cuál propiedad, pero sí que se escuchaba esto, era lo que más se hablaba allá», agregó.
Los informes de los servicios de inteligencia citan a por lo menso 40 personas entre altos oficiales de la policía, abogados, fiscales y empresarios como facilitadores del millonario negocio de la cocaína.
Un reporte pide que se investigue al general Oscar Nina en su calidad de director de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico, y quien fue director general de la policía de Bolivia.
«Se conoce que el coronel Oscar Nina Director de la FELCN fue corrompido por estas organizaciones a través del grupo de policías que se encuentra destinado en Santa Cruz», afirma el detective. «Este hecho lo obliga a cumplir compromisos con los colombianos y mexicanos».
Nina no respondió llamadas de Univisión.
En varios de los informes, los detectives se quejan de que el Ministerio de Gobierno no atendía sus denuncias y responsabilizan de la indiferencia al actual ministro Sacha Llorenti y al anterior, Alfredo Rada.
«Se tienen las fuentes de información clasificadas como A-1, veraces, por lo que se puede probar en forma objetiva la información», señala un reporte. «Pero se hace conocer que ésta ya fue puesta a conocimiento del ministro Alfredo Rada hace mucho tiempo atrás, sin que hasta la fechas se haya tomado acciones pertinentes para repeler esta amenaza que atenta contra la seguridad del Estado», agrega.
Al respecto el senador de oposición Roger Pinto pidió una investigación contra Llorenti. En una carta dirigida al presidente Evo Morales en marzo de este año, Pinto alega que pese a las advertencias, Llorenti no investigó los vínculos del general de la policía René Sanabria con narcotraficantes.
Sanabria, quien fue el zar antidrogas de Bolivia, se declaró culpable de narcotráfico en una corte federal de Miami. No fue posible hablar con Llorenti pero una persona que se identificó como su asistente dijo a Univisión que el gobierno había tomado medidas contra los cómplices de Sanabria.
Varios oficiales señalados en los informes fueron separados del servicio pero no es claro si como consecuencia de estas denuncias, de otros procesos en su contra o de presiones de los gobiernos vecinos.
Los niveles de complicidad de las autoridades de Bolivia con los carteles internacionales de la droga no son ajenos al gobierno de Estados Unidos, según el analista Douglas Farah, experto en Bolivia y quien mantiene contactos con organismos federales antinarcóticos.
«Las autoridades de Estados Unidos conocen los documentos, han visto los documentos y vienen a reforzar lo que está saliendo en el juicio del general Sanabria», afirmó Farah, presidente de IBI Consultants y ex reportero de The Washington Post. «Yo creo que sin este contexto no hubiera tomando tan en serio necesariamente los documentos y los elementos ahí».
De acuerdo con otro informe, el Cartel de Sinaloa está representado en Santa Cruz por dos ciudadanos identificados como Don Miguel y Don José que, a su turno «establecieron sus nexos con el Ministerio de Gobierno por la relación que existía con Gabriel Martinez, (Colombiano) ex elemento del ELN y funcionario de la embajada de Venezuela».
Afirma el mismo reporte que otro de los contactos que mantiene el Cartel de Sinaloa es con los capitanes de la FELC Fabricio Ormachea, ex jefe de operativos de Santa Cruz y con el capitán Raúl Oña Moncada «con quienes en varias oportunidades despacharon maletas y aviones cargados con droga hacia México, España, Brasil».
Asegura el detective que escribió el informe que estos dos oficiales eran de confianza de los generales Luis Caballero Tirado, René Sanabria Oropeza y Miguel Vasquez Viscarra «quienes siempre supieron de la presencia del Cartel de Sinaloa, Cartel del Valle del Norte y del PCC en Santa Cruz».
En la ciudad de Cochabamba, opera Diego o Gustavo, mexicano miembro del Cartel del Norte del Valle que controla “gran parte del narcotráfico en Santa Cruz, Beni y una parte del Chapare’’, agrega el mismo informe. Diego o Gustavo radica en la ciudad de Cochabamba y se le atribuye la propiedad de contenedores que fueron encontrados con droga en Bélgica, España y Holanda.
Los informes ofrecen varias referencias a las actividades sospechosas de teniente Juan Carlos Tapia Mendoza en conexión con la familia de narcotraficantes los hermanos Rosales.
En el mismo nivel de cuestionamiento se encuentra el coronel Milton Sánchez, implicado en el caso Sanabria, el subteniente Robinson Jaramillo Sullca, a quien relacionan presuntamente con “volteos’’ de droga o robos de esta mercancía a narcotraficantes y Julio Navia Gorena.
De Sanchez se afirma que coordinó un vuelo charter venezolano con cinco toneladas de cocaína que salió hacia México. Se afirma que Sánchez sostenía una relación sentimental con una abogada que representa a narcotraficantes de todos los carteles internacionales en Santa Cruz.
El vuelo llegó Santa Cruz y cumplió con todas las normas exigidas. Salió sin carga del aeropuerto de Viru Viru con destino a México, pero debido al deficiente servicio de radares, no se pudo detectar que la aeronave aterrizó en territorio boliviano. Se sospecha que lo hizo en Yacuiba o Villamontes.
Asi se describen los detalles de la maniobra que ocurrió a continuación:
«En el lugar se había acondicionado la pista que al mismo tiempo contaba con la seguridad de elementos del FELCN (antinarcóticos) procediendo a cargarlo con cinco toneladas de cocaína. Posteriormente levantó vuelo con destino a México. De acuerdo al informante el arreglo fue realizado en la ciudad de La Paz por el teniente Milton Sánchez… quien tomó contacto con un funcionario del FELCN a quien habría entregado un millón de dólares como pago».
La prensa boliviana reportó que la esposa de Jaramillo Sullca alegó en una demanda de divorcio que se separó del policía debido a que empezó a manejar grandes sumas de dinero cuyo origen desconocía
Bajo el nombre de Confucio, otro detective indignado por la liberación de un sospechoso de narcotráfico detenido en junio de 2010 en Santa Cruz por órdenes de sus superiores escribió:
«Estas actitudes comprometen al nivel más alto de narcóticos, lo que conlleva a una investigación minuciosa y sancionar a los culpables porque nuestro líder el HERMANO EVO, no puede gobernar rodeado de esta lacra que tanto daño le hace a la sociedad».
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